Sigue narrando Jack
Noé me abrió la puerta de su hogar, pregunté por la droga pero me tomó de mi playera negra entre su puño y me aprego a la pared muy fuertemente, nuestras respiraciones se agitaron tanto que ya no podíamos controlarnos, nuestros besos eran tan fuertes y seguros asi como excitantes.
-Podría identificar a un gay solo con ver sus pupilas.
Dijo Noé y me lanzó y me acomodó en una cama de lujo con sábanas finas blancas boca abajo y me desnudó por completó, prenda por prenda. Quitó mis shorts y abrió con sus labios mis posaderas y entre ellas puso una pequeña grasa se petróleo como lubricante para el ano y en seguida también puso lo mismo en su miembro, lo demás viene acompañado de gemidos imparables.
Aura
Yo también fui a aquel internado para homosexuales, mis padres también tenían repulsión hacia mi, allí conocí a Jack, quien me apoyó, me contó su historia con Lucas y yo le conté le mía.
Era una tarde cuando mi hermana más grande veía una serie de adolescentes más grande fue cuando lo descubrí, aquella escena en donde dos chicas en una fiesta y con alcohol en sus venas se desnudan juntas para entrar a la alberca.
No se cómo paso pero comencé a sentir una extraña sensación debajo de mis pantalones y de la nada yo estaba mojada de entre piernas. Mi hermana Gloria lo notó y al verme tan atenta a la pantalla y con aquella acción llamó a mis padres y comenzaron a pegarme entre los tres, perdí mucho cabello por los jalones que mi madre me daba.
Estábamos encerrados en una especie de almacén obscuro y frío, yo estaba tirada hacia el piso, acababa de despertar de un sueño en donde mi familia era feliz y no me rompía la nariz cada que quería. De repente apareció Jack también acostado y asustado
-Tranquilo, después te acostumbras al dolor -dije para romper el hielo-
-¿Tu que haces aquí? Preguntó jack con una voz tan dulce y tierna pero aterrada
-Ni yo lo sé, pero esta sensación me esta haciendo sentirme mejor conmigo misma, cada día que pasa disfruto un poco más cuando me golpean en la cabeza
Fue entonces cuando el padre nos Interrumpió y entro con su bata y dos madres vistiendo tan impecable su uniforme. Fue entonces cuando las madres comenzaron a estrellar nuestra cabeza a los suelos, y el padre nos daba nalgadas con un alambre de cobré. Jack suplicaba por que lo dejaran salir en lágrimas y llantos pero nada servía y solo lo empeoraba. Ese día nos quedamos solos, solo teníamos nuestros calores corporales para dormir sin que el frío afectara, él seguía llorando hasta que se durmió. Cuando despertó tuvimos una charla tan larga que hasta el dolor los golpes no lo notabamos.
A veces nos escapabamos de nuestros cuartos y nos juntábamos en las noches para hablar de lo primero que se nos veía a la mente o incluso de nuestras aspiraciones cuando salieramos de ese lugar.
Me comenzaba a agradar el lugar y también provocar a las madres besandome con chicas para que de nuevo me metiran al cuatro y siguieran golpeando mis brazos y espalda. Ya me había acostumbrado.
"Vamonos de aquí Aura" repetía una y otra vez Jack
-No quiero, realmente me gusta este lugar
-¿No te das cuenta que lo que están haciendo es abuso? ¡No es correcto!
-¡Callate ya!
-¿No piensas venir?
-No, este lugar es todo lo que tengo, no me interesa regresar con mi familia
-Pues a mi sí
-Si te vas, te juro que no te lo perdonaré, no me vas a dejar sola
-Pues lo siento pero no pienso estar aquí toda mi vida y voy a continuar sin ti.
Después de lo dicho, Jack salió a toda velocidad agarrando la mano de una chica rubia y trepando las bardas.
Años despues nos volvimos a juntar en la escuela, y de ahí jure que Jack jamás ante mi existencia va a quedar ante la sociedad como un chico bueno y correcto.
Ahora estoy frente a mi tocador fumando una larga linea de cocaína, esta pasa poco a poco, cada migaja sobre mis fosas nasales, siento cómo me ruborizo y después corto mi tobillo con una navaja remojada en alcohol.
No fue fácil después del internado
