Años [MiriTama]

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Cuando lo conoció por primera vez eran niños, no sabían nada del mundo y ni siquiera se conocían a si mismos, pero una cosa no solo compartían, sino que lo tenían muy claro, y era que sin importar nada cuando fueran mayores serían héroes.

El tiempo paso y con cada año iban madurando física, psicológica y emocionalmente, teniendo algunos baches en el camino, como cuando discutían por cual héroe era mejor, o si el otro no le había querido dar de su comida .

Aunque esos problemas ahora parecían tan simples, a medida que crecían entendían el mundo en el que vivían, los problemas que tenía la sociedad, y lo podrida que podía llegar a ser una persona, aunque no todo era malo, en el camino habían llegado a conocer a muchas personas buenas y bondadosas, y era por ellas que cada día se convencían más y más de que querían  ser héroes para poder proteger y salvar a esas personas. 

Ambos habían pasado su infancia en un lugar muy peligroso, donde no se podía estar completamente seguro, y que no era raro escuchar que un crimen había ocurrido por esos rumbos.

Incluso ellos habían tenido una mala experiencia cuando solo tenían siete años.


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Un día estaban jugando en el parque mientras sus madres estaban a lo lejos hablando, y pensando que no iba a haber problema ambos se alejaron de sus madres, quienes estaban distraídas. En un descuido de su parte no habían notado que un desconocido se les había acercado, tomando a un pequeño Tamaki de la camisa y tratando de llevárselo amenazando al pequeño de que no gritara o iba a morir.

Obviamente el pequeño rubio no podía permitirlo, así que aprovechó que el tipo no lo había visto agarró una rama y saltó a la defensa de su amigo, sorprendiéndose al ver que ese hombre no había soltado a su amigo, de hecho ahora se había dado la vuelta para poder ver al rubio, Mirio solo pudo pensar en que no quería que nada le ocurriese a su mejor amigo, así le le sonrió y le susurró que todo iba a estar bien. 

En un acto de valentía se había ofrecido para que se lo llevaran a él y no a su amigo, argumentando que no iba a poder llevarse a ambos, y que Tamaki de seguro llamaría la atención debido a que estaba llorando mucho, ofreciéndole que si dejaba al azabache en paz el se iría sin hacer escándalo ni intentaría escapar. No cabía la sorpresa en el rubio cuando el hombre había accedido al trato que le había propuesto.

Tamaki había intentado detener a su amigo, pero ya era demasiado tarde, y solo pudo presenciar como el hombre se iba con su amigo, pero no iba a llorar, su amigo le había dicho que todo iba a estar bien, y eso significaba que debía confiar en él, así que con mucho cuidado los siguió, sin que se le hubiera cruzado por la mente el hecho de pedir ayuda. 

Todo había pasado tan rápido, pero por lo menos había resultado, ambos habían confiado ciegamente en el otro, por lo tanto al momento en el que cruzaban una calle el rubio solo movió su mano como si hiciera una señal, entonces Tamaki había creado un tentáculo lo suficientemente largo para atrapar el píe del hombre y hacerlo tropezar justo en el momento exacto en el que un camión iba a pasar, atropellando al hombre mientras que Mirio había hecho uso de su quirk para caer y no ser atropellado.

Ahora se encontraban rodeados de personas y policías, a penas Tamaki se acercó a Mirio y le abrazó el rubio se puso a llorar, había tenido mucho miedo, de hecho ambos estaban llorando por el miedo que habían tenido, pero ahora todo estaba bien.


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Sonrió ante el recuerdo de sus madres asustadas abrazándoles a la vez que les reclamaban por haberse alejado de ellas.

[BNHA ] One-Shots yaoiWhere stories live. Discover now