-Tus hijos te necesitan - él se limpio las lágrimas, impidiendo que salieran más - Si sales podrás estar con ellos, viviendo felizmente.
- ¿Y si me vuelven a controlar y los asesino? - su mirada irradiaba dolor. Su pregunta me descolocó, no supe que...
Mi cuerpo fue estampado brutalmente contra la pared.
- Lucas, debes ser más rápido y ágil - suspiró Leila.
- Es que eres una Micans, eres más fuerte y rápida y más todo - me quejé cansado.
Leila y yo hemos hecho un gran vinculo a decir verdad, no es como me imaginaba, esta gente es súper buena, es graciosa, divertida, cariñosa, es como una manada más.
Sin darme cuenta Leila estaba ante mí y volvió a lanzarme contra otro muro.
- Despeja la mente - volvió a decir como por décima vez.
- Su majestad, la señorita Brux está aquí - le dijo Lily, una chica muy maja.
- Gracias, ahora iré - Cuando Naira se fue a despedir salió desprendida contra el muro en el que yo antes estaba.
- Nunca debes distraerte - hablé imitando su voz y ambos nos reímos.
- Por hoy esto se ha acabado Lucas, mañana volveremos a intentarlo - ordenó y se acercó a mí - Haz mejorado mucho Lucas.
Sonreí satisfecho - Gracias a ti Leila - la abrace y ella me devolvió el abrazo.
Luego se marchó.
Me ha ayudado mucho a superar lo que me hicieron Carlos y Edwin, también me ayudó con Naira, aun no la he olvidado y menos nuestro amor, a pesar de todo aún la amo, también me ha enseñado a pelear y luchar, la verdad que soy un experto, pero sigo sin poder contra ella. Fui a mi habitación y me acosté en mi cama, me encuentro feliz.
LEILA:
- Hola Brux - la bruja se encontraba sentada en mi escritorio - hay sillas queridas.
- Lo sé, pero es mas cómodo tu escritorio querida mía - sus labios surcaron una fina sonrisa - ¿Ya esta listo el chaval?
- Sí - susurré.
Ella se acercó a mí y sus ojos se tornaron negros.
- Te has encariñado del niño - exclamó sorprendida, alejándose.
