- Escuchame pedazo de imbécil - Carlos se ha pasado dos horas maltratando mi cuerpo y mi mente, como de costumbre - Mañana la Alpha de las Alphas de los lobos y las Banshees ha invitado a todos los Alphas y sus lunas, más los hijos de ambos. Por desgracia debo llevarte y más vale que te comportes, sino sufrirás grandes consecuencias - me miró amenazante, la vena de su frente estaba hinchada, parecía un gusano enorme - Mañana vendré y te quitaré las esposas de plata para que te prepares y vengan a maquillarte para quitarte esa fealdad que tienes llamada cara ¡Bastardo! - furioso me dio un puñetazo haciendo que mi cabeza se estampe contra el suelo y rebotase, me escupió y se fue.
Lloré, lloré como si de un bebé se tratase. Quise gritar, pero si lo hacía él subiría y me volvería a pegar.
¿No soy suficientemente un buen hijo? ¡Joder! Siempre he hecho todo lo más perfecto que he podido y dios, yo no quiero vivir así.
Seguí llorando hasta que me pude quedar dormido, con el dolor, la sangre y las lágrimas en el rostro.~
- Hola hermanito - desperté y le vi, con esa sonrisa tan cínica.
- Edwin - aparté la mirada,sabía lo que me tocaba.
- Hoy vienen 2 amigos míos y nos vamos a divertir aquí los cuatro - me dio una patada en mis partes bajas y se marcho riéndose, mientras yo me retorcía de dolor.
~
Desperté sudando, una vez más, otra pesadilla.
La puerta se abrió y sentí miedo, pero no lo demostré, debo ser fuerte.
Carlos me miró con desagrado y me quitó las esposas. Intentó levantarme, pero al hacerlo, mis piernas no me obedecieron y caí de nuevo al suelo, causando un sonido seco. Él me dio una patada tan fuerte que llegué hasta la pared continúa y creo que le escuche susurrar un "imbécil."- Dúchate, vendrán a por ti en media hora para vestirte y maquillarte, no desees llegar tarde - cerró la puerta con fuerza, ocasionando un portazo.
Intente levantarme, pero no podía, las piernas me fallaban.
Hice varios intentos más y a la décima, pude lograrlo sujetando mi cuerpo contra la pared.
Por fin sin esposas, libre de caminar y no sentir que estás sujetado, quiero llorar, saber que hoy podré salir, ser libre durante un rato.
Camine como pude hasta el baño, abrí la puerta y me miré en el espejo, quité la descompuesta, sucia y malgastada blusa que tenía, pero al hacerlo me dieron arcadas.
Se me notan las costillas, tengo moretones y sangre seca incrustadas en la piel, manchas negras bajo los ojos, se que son ojeras, pero ni lo parecen.
Estoy tan delgado que parece que me voy a morir. Decidí dejar de observarme y asquearme y me metí en la ducha, moje con el agua la esponja y la restriego fuertemente contra la piel, viendo como toda la mugre se desliza por mi cuerpo hasta llegar al plato de ducha.
Al salir me vuelvo a mirar en el espejo y se puede notar la blancura donde antes había sangre y raña, tocaron la puerta y salí con la toalla amarrada en mi cintura.
Carmen me miró sorprendida y lágrimas aparecieron en sus ojos.
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Encadenado A La Oscuridad
Lobisomem-Tus hijos te necesitan - él se limpio las lágrimas, impidiendo que salieran más - Si sales podrás estar con ellos, viviendo felizmente. - ¿Y si me vuelven a controlar y los asesino? - su mirada irradiaba dolor. Su pregunta me descolocó, no supe que...