capitulo 7 "que agresividad maléfica"

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—¡Samantha! ¡Qué demonios!

—¿Qué haces aquí?—refunfuño confundida y nerviosa

—Por eso no contestabas el puto celular—mira a Andrés con un odio que jamás vi en el—por estar con este hijo...

—hey—le interrumpo—a el no lo metas y además es mi vida yo hago con mi vida lo que quiera —me bajo del carro y me paro frente a el—¿Acaso vienes borracho?—baja la mirada y se acerca más a mi y me vuelve a mirar—-debí sospecharlo—me tranquilizo

—¿Estás bien?—se acerca Andrés a mi y fulmina con la mirada a James

—si—asiento—solo está borracho

—claro—mira con extremo asco a James, el cual lo mira de mala manera

Pasamos en silencio un rato los tres y es un silencio bastante incómodo a decir verdad, hasta que James lo interrumpe—entrate

—no eres nadie para darme órdenes—me cruzo de brazos y se vuelve a encender esa chispa de enojo en sus ojos rojos, de pupilas dilatadas por el alcohol

—¡samantha entra!—alza más la vos y cambio de peso a mi otro pie

—no lo haré y no me vas a obligar—ahora me paro firme

—¡Saman...

—déjala, no quiere entrar—se interpone Andrés ya fastidiado con la situación—déjala en paz—se acerca James y tira de la camisa de él

—no te metas hijo de puta—me quedó paralizada, no se qué hacer en esta situación, pero me meto

—dejalo James—no sé cuál de los dos tiene más ira, si James que tiene a Andrés agarrado por la camisa o Andrés que intenta soltarse de él—¡James! ¡Qué lo dejes!—me mira y poco a poco va soltando a Andrés de su agarre —-¿¡Estás loco!?—me corrijo—¿¡Están locos!?—-me interpongo en la mitad de los dos—-parecen un par de niños, así no se solucionan las cosas—veo a los dos más calmados—-Andrés es mejor que te vayas

—pero...

—por favor—levanto mi mano en forma de pare—hablamos mañana en la u—asiente mirando a James y luego a mi
—adios—me da un beso en la mejilla y esto enfurece de nuevo a James

Dios, por qué los hombres son tan bestias

—y tú adentro—-fulmina con la mirada a Andrés y hace caso omiso

Voy detrás de él y volteó hacia donde Andrés, al cual le sonrío y empujo a James hacia la residencia

Abro la puerta con las llaves obviamente, dentro primero yo y luego James en silencio, se tambalea al entrar y por poco cae al suelo, si no es que saco fuerzas de donde no las tengo y lo sostengo un poco

—te vez fatal—hago una mueca de asco. Tiene el cabello despeinado, mirada vacía y triste, su rostro está pálido y sus ojos apagados. Este chico de verdad está mal—ven vamos a mi habitación—pongo una mano de él en mis hombros y rodeo una mano mía por su espalda, lo ayudo a subir los escalones que llegan a mí habitación, aunque con un poco de esfuerzo por mi tobillo lastimado

—te quiero—acota en un suspiro sin aliento—y mucho—añade y yo me limito a mirarlo, pero él tiene la mirada hacia el suelo

Llegamos a mi habitación y lo hago entrar a rastas—ayúdame un poco ¿Si? Eres muy grande y no soy capaz de lidiar mucho y más yo sola contigo—se ríe por lo bajo y yo me inmutó a rodar los ojos

Lo acuesto en mi cama, y voy hacia la puerta para ir a la cocina por un café amargo—¿A dónde vas?—intenta pararse y lo miro con enojo, se vuelve a tirar a la cama

No Sé, Piénsalo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora