capítulo 38 "que bien te vez"

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—que haces aquí Daniela—baja la cabeza

—necesito hablar contigo—no se si quiera escucharla

—mmm—me mira suplicante—esta bien—se acerca a mí

—se que ellos ya te contaron bien de lo que ha pasado y que Ben me vió justamente con el celular—asiento—yo no estoy corroborando con ella, al contrario. Vi cuando Ben estaba hablando con ella y lo grabé todo—me muestra el vídeo y me siento tan mal de no haberle creído antes a Ben

—pero... No entiendo, no sé qué creer—busca algo más en su celular

—tal vez lo conozcas—es una foto algo borrosa del vídeo donde... ¿Santiago?, ¿Pero por qué Santiago?—el está tomando las fotos con una cámara y fue lo que mas me llamó la atención. La verdad no sé quién es

—yo lo conozco, el estuvo un tiempo enamorado de mi—frunce el seño—lo que no entiendo es cómo se conocieron

—tienes que localizarlo—asiento—y por favor, necesito que le aclares a todos que yo no tengo nada que ver, que solo fue un mal entendido

—tranquila, ya hablaremos con ellos, gracias, sabía que eres buena persona—y le creo, se que ella es diferente y nos lo ha demostrado

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Hoy saldré con Ben donde su padre, quiere que yo lo conozca y no creo que sea por eso, quiere mi compañía por qué se que esta situación lo pone muy nervioso

Estamos sentados en la banca de un parque y se limpia sus manos en su pantalón. Agarro una de sus manos en señal de que todo estará bien. Ben decidió darse una oportunidad de tratar con el, ya que claramente el no fue el culpable de la separación si no su madre y me parece mal hecho de ella, aunque no la juzgo, ya que nadie es perfecto y todos cometemos errores diariamente

—que bien te vez—planta un beso en mis labios

—no puedo decir lo mismo—agacha la cabeza—te ves mal—poso mis manos en su mejilla—tienes que tratar de tranquilizarte y llevar las cosas con calmas—lo abrazo y nos besamos cuando una gruesa voz nos interrumpe nuestro beso

—hola—nos separamos y nos paramos al llamado de ese señor

—Hola Cesar—saluda Ben

—si quieren los puedo dejar a solas—intento irme, pero Ben me toma la mano

—¿tu eres la novia?—me mira sonriente. Asiento

—mucho gusto, Samantha, pero me puedes decir Sam—me toma la mano y me da un beso en la mejilla

—que bonita es—le sonrío de manera agradecida—y no espero a que te vayas, veo que eres muy importante para mí...hijo—dudaba en decirlo—y no tengo problema en que te quedes—asiento y miro a Ben que está serio con su mirada perdida

Nos lo hemos pasado en la banca hablando más yo con el que Ben con el, es raro si, así que ya se que hacer

—iré por helados—Ben hace amague de pararse y lo detengo con la mano. Rueda los ojos

Me dirijo a una heladería que está a solo una cuadra. Tal vez Ben se enoje por dejarlo a solas con el, pero es lo mejor

Mientras me dirijo a la heladería, siento que alguien me observa de alguna parte  y aunque miro por todos los lados no veo absolutamente a nadie. Me parece extraño

Llevo media hora en la heladería (me he comido tres helados de chocolate y de chicle) y creo que ya va siendo hora de salir y llevar los helados

Otra vez siento que me miran pero lo más extraño es que no veo absolutamente a nadie. ¿Será Santiago?, Probablemente sea él quien me sigue

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