capítulo 29 "otra vez no"

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*Papá de Samantha*

Estoy sentado en la sala sin saber que hacer, la policía no nos ha dicho nada y tampoco nada que nuestra hija y su amiga aparecen. Estoy desesperado

—tiene que calmarse—habla Brandon entre dientes—con desesperación no va a solucionar nada

—tienes razón—me hecho hacia atrás y el celular vibra en mi pantalón

Es un número desconocido, me tiembla la mano y descuelgo

—¿si?

Papá—se le quiebra la voz

¿Hija donde estás?—todos en la sala se paran y me miran atentos. Ella pregunta algo

estamos en una clínica, se llama los rosales, pero nos van a trasladar para el hospital San Jorge

—ya estaremos en el San Jorge

esta bien papá, te quiero

—y yo a ti hija—cuelgo—tenemos que avisar a la policía

—¿Era Samantha?—pregunta Sandra. Asiento feliz—¿Donde está?

—pronto estará en el hospital—me pongo la chaqueta y los tres salimos—mientras las trasladan de la clínica los rosales, tenemos que avisar a la policía

Nos subimos los tres al carro y veo como Brandon hace unas llamadas, seguro para avisar a sus amigos, no puedo creer que mi hija este bien

*Samantha*

Ya vamos en la ambulancia, nos están limpiando las heridas a Vanessa y a mi, Harrison está en la camilla con la mirada perdida, una de las doctoras le pone una venda en la pierna para retenerle más sangre, al parecer no cuentan con los mecanismos suficiente para sacarle la bala

Sentí mucho alivio avisar a mi padre de que estamos bien o bueno, por el momento estamos bien. Todos los recuerdos de lo que pasó hace un rato, inundan mi cabeza, no se como voy a hacer para vivir con eso, aquellos hombres desplomados en el suelo por los disparos que les di, ojalá hayan sobrevivido y aunque se que eran personas malas, no quiero que hayan muerto por mí

Llegamos por fin y bajan ligeramente a Harrison, nosotras bajamos y entramos con las enfermeras o lo que sea. Al pisar aquella entrada, todo se me pone negro

*Vanessa*

Estoy muy preocupada por el chico que nos salvó, Harrison, creo que se llama así, está pálido y he de suponer que sus labios están morados, ya que con la máscara no puedo saberlo, en fin eso no importa ahora. Veo a Sam y está con la mirada perdida y culpable, y la entiendo, se que para ella disparar a todos esos hombres, no fue nada fácil, aunque a mí se me dio fácil, ni siquiera me siento culpable o algo así, ya que esos hombres estaban colaborando con aquella loca mujer

Me sorprende mucho que esos dos hombres que se negaron a golpearme, hayan querido salvarnos y aún no  me explico de donde apareció este guapo chico de tatuajes, ¿Será que se enamoró de Sam?, Es que la manera en que la mira. A veces las personas que están metidas en un secuestro, pueden cambiar de opinión y ayudar a las víctimas como lo han hecho estos tres hombres

Llegamos y bajamos todos, al entrar. Samantha se desploma al suelo y corro hacia ella

—ayuda por favor—varios enfermeros se acercan con una camilla y se la llevan a una habitación

Esta desmayada

La preocupación empieza a invadirme, pero tengo que tranquilizarme, está exhausta. Todo esto que ha pasado la ha puesto muy sensible

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