No Sé, Piénsalo

capítulo 25 "nueva vida"

Llegamos a un hermoso paisaje, rodeado de árboles, algunas cuantas flores y el silbido de las aves

—el resto del camino depende de nosotros—me agarra la mano—asi que a caminar—asiento

Creo que este ambiente me gusta, me siento libre y relajada, saco mi celular de mi bolsa y tengo veinte llamadas perdidas de mi padre, claro. Apago el celular y sigo el trayecto

Después de unos veinte minutos aproximadamente, llegamos a nuestro destino, es una especie de césped muy bien cortado y un pequeño lago al frente, es muy bonito

—¿Te gusta?—me abraza por detrás

—es hermoso—me da un corto beso en la mejilla

—como tu—me río

—que cursi

—has dañado el momento, Samantha—se sienta en la manta y yo hago lo mismo—hace unos días quería decirte algo—lo miro atenta—no se si sea un buen momento, pero no puedo contenerme más tiempo

—te escucho—agarra mis manos

—desde que esa vez que te vi en el salón—oh rayos, Ben sonrojado—no supe cómo descifrar lo que sentí al verte, fue raro y casi que no me hago a la idea de que empecé a sentir cierta atracción por ti—se ve que le cuesta decir todas esas palabras, pero vale más su esfuerzo—después de que te fui conociendo, esa atracción empezó a aumentar, hasta que empezaste a gustarme—hace una pausa corta e inhala y exhala—se que estás pasando por un momento muy difícil en cuanto a lo de... Tu... Padre—asiento restándole importancia aunque obviamente me duele recordar eso que vi—pero anhelo poder estar contigo, apoyarte en los momentos más difíciles y cuidarte—baja la mirada—¿Te gustaría ser algo más que amigos?

—te refieres a...—el me quita la palabra de la boca

—ser amigos con derechos—no lo puedo creer—no tontita—se ríe por mi expresión de enojo—quiero que seas mi novia

—¿l-lo dices en-serio?—asiente con una gran sonrisa. Me abalanzo a el y lo beso

—¿Eso es un si?—posa sus manos en mi cintura

—¿Tu qué crees?—le doy un beso corto

—pues, pienso que me deberías de dar la respuesta de otra manera—alza la ceja derecha con picardía y siento que me sonrojo

—entonces no te bastó mi beso—hago un puchero

—diría que te pediría cada rato que seas mi novia—me río

—?entonces por qué dijiste que te diera la respuesta de otra manera?—arqueo una ceja

—pues, es por qué quiero estar seguro de que de verdad me dijiste que si—sonríe pícaramente

—entiendo—me siento enzima de el y empezamos a besarnos—tengo hambre—nos reímos

—traje sándwichs—me bajo de el y me siento a su lado, mientras saca los sándwich

Ya está oscureciendo y la verdad aún no me quiero ir. Quiero ver el hermoso atardecer, después ver el resplandor de la Luna y las estrellas que la rodean

—¿Pasará algo si nos quedamos un rato más?—niego con la cabeza

—quiero quedarme—me da un beso en la mejilla, mientras que me tiene abrazada

No la pasamos en silencio, viendo como oscurece lentamente y aunque a veces le temo a la oscuridad, con el a mi lado no siento el más mínimo miedo

—¿Que vas a hacer después que lleguemos a casa?—veo arrepentimiento por lo que dijo

—no lo sé—mi tranquilidad pasa a una tensa—no quiero verlo