𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 | Cuando la esposa de Oh Sehun le pide tener un hijo. Tiene que escoger entre su imperio o ella.
"El único amor que vas a sentir es para la corporación" - Esas fueron las palabras del señor Oh antes de que Sehun se casara.
Y lo único...
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sex on the beach
La mañana siguiente fue amarga, Tzuyu se había rehusado a dormir en aquella casa pero al final el pelinegro la terminó convenciendo de quedarse por sus padres.
Sehun había subido las maletas al auto y terminó por despedirse de los pocos familiares de Tzuyu que aún lo consideraban miembro oficial de la familia.
—¿Es necesario que se vayan tan temprano?—Preguntó la señora Chou mientras miraba con tristeza al pelinegro.
Y antes de que pudiera responder pudo ver como Tzuyu había salido de la casa hecha una fiera, molesta y bastante irritada.
—¡Chou Tzuyu vuelve enseguida!—El grito de su abuelo se escuchó detrás de ella. —¡No hemos terminado de hablar!
—¡Lo hicimos!
—¡Entiende que él no es bueno para ti! –Sehun bajó la mirada ignorando la escena.
—Pueden ir a la casa cuando quiera, siempre serán bienvenidos—Le susurró la familia mientras se subía al auto.
—¡Tzuyu!—Sehun apretó el volante con fuerza, enserio le molestaba el hecho de que le gritaran a Tzuyu.
Abrió la puerta del copiloto y Sehun le echó un vistazo rápido antes de encender el auto.
—¡Entiende que el ama a otra!—Tzuyu cerró los ojos con fuerza mientras se colocaba el cinturón de seguridad. Ella mejor que nadie lo sabía.
—Vámonos—Susurró.
Sehun asintió y puso en marcha el auto. El primer viaje que hacían como un pareja normal y terminaba siendo un maldito fiasco pero tenía que ver el lado bueno del asunto, de una u otra forma su relación terminó fortaleciéndose en vez de fracturarse.
Tzuyu frunció el ceño al ver como Sehun se desviaba del camino.
—¿A dónde vamos?
—No pienso quedarme doce horas esperando a que nuestro vuelo salga.— Tzuyu lo miró incrédula hasta que observó a lo lejos como el mar se hacía cada vez más grande. –No quiero que nuestro primer viaje termine mal—
El viaje solo tomó media hora hasta llegar por completo a la playa y para un miércoles en la mañana estaba solitaria como Sehun lo esperaba. El olor a sal y pescado se hizo presente al igual que el espantoso calor. Sehun bajó del auto y una hielera llena de comida.
—¿Tenías todo preparado?—Arqueó su ceja a lo que Sehun rió.
—No me iba a levantar temprano porque si—Le sonrió mientras le extendía la mano.
Si hace seis meses le hubieran dicho a Tzuyu que Sehun la traería a una playa y caminarían por la arena tomados de la mano de la forma más romántica que existe, posiblemente se burlaría, lo hubiera considerado terriblemente absurdo y por esa razón ese momento lo convertía en el más especial de todos.
