𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 | Cuando la esposa de Oh Sehun le pide tener un hijo. Tiene que escoger entre su imperio o ella.
"El único amor que vas a sentir es para la corporación" - Esas fueron las palabras del señor Oh antes de que Sehun se casara.
Y lo único...
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¿Cómo es posible que me hagas tan feliz?
Había pasado un par de semanas luego de la muerte del señor Oh. En un principio Sehun se encontraba ausente, acostumbrándose poco a poco a su ausencia.
Ese día, Sehun no tenía el ánimo suficientemente para festejar las fiestas de sembrina como cada año, pero para su mala o buena suerte, tenía que hacerlo, sería la primera fiesta sin su abuelo y tenía que dar una cara totalmente diferente, demostrarles que estaba bien y que las cosas continuarían como estaban. Todo el mundo dentro de la corporación asistía a esa fiesta, no solo por lo elegante y grande que era, sino porque Sehun aprovechaba para darles su bono navideño antes de que la mayoría de ellos se fueran de vacaciones un par de días para pasar las fiestas en familia
Era extraño, era la primera vez que Oh Sehun tendría unas vacaciones.
Acomodó su saco y soltó un largo pero sonoro suspiro. Tzuyu se acercó a él y terminó por arreglar su aspecto, adoraba cuando Sehun usaba trajes, lo hacía ver mucho más elegante y atractivo, la forma en como sus camisas se acoplaban a sus anchos hombros, le encantaban. Y ese día, en específico, lucía hermoso.
Sehun la miró por encima mientras la castaña se encontraba entretenida considerando si realmente hacerle un nudo a su corbata, le gustaba más sin esta. Las grandes manos de Sehun presionaron su cuerpo sobre la tela del vestido y sonrió enternecido, Tzuyu se había puesto bragas y pese a que estas no tenían costuras, aún se sentían ligeramente sobre sus dedos. Después de ese viaje de negocios, Sehun no tenía tiempo de tocar a su esposa como debería, siempre había algo o alguien que los interrumpía, en la mayoría de las veces era Soobin, cuyas siestas cada vez eran más cortas y escasas.
—Me gustas más sin corbata
—Me gustas más sin ese vestido— Arqueó su ceja juguetón esperando avergonzar a su bella y tierna esposa con su poderosa mirada. Sus manos juguetearon con los tirantes de este, subiéndolos y bajándolos una y otra vez. —Dime que no traes sostén— Rogó en un susurro provocando un escalofrío a Tzuyu.
—Quieto— Le ordenó antes de perder la compostura por completo. —No podemos llegar tarde, tu das inicio a la fiesta, ¿tienes tu discurso listo?— Sehun bufó y asintió mientras le veía alejarse de él. Deseoso, la examinó de pies a cabeza.
Jodidamente hermosa. No había ni una sola palabra para describir el visual de Tzuyu.
—Admito que no estoy emocionada por llevar a Soobin a este tipo de fiestas, no son aptas para niños— Confesó luego de acomodar el aspecto de su hijo
—Vamos, será una buena fiesta— Guiñó su ojo. —Aparte, tienen que ver lo guapo que es mi hijo— Presumió luego de cargar su pequeño cuerpo.
