𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 | Cuando la esposa de Oh Sehun le pide tener un hijo. Tiene que escoger entre su imperio o ella.
"El único amor que vas a sentir es para la corporación" - Esas fueron las palabras del señor Oh antes de que Sehun se casara.
Y lo único...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
+
Noche Buena
Sehun se removió ansioso de su lugar, sus manos no dejaban de sudar y su corazón no dejaba de sentirse acelerado, desde que la conoció no había dejado de soñar con su rostro, eso le inquietaba más de lo que debería. Su abuelo se acercó notando la actitud de su nieto y acomodó el moño de su traje.
—Luces ansioso hijo— Susurró su abuelo con una media sonrisa mientras pulía su aspecto. —Así me veía el día de mi boda—
Sehun hizo una mueca. ¡Claro! La única diferencia de ese día con este, era que su abuelo realmente amaba a su abuela. Su abuelo no mencionó absolutamente nada, podía ver en su expresión la incomodidad que sentía, era obvio que Sehun no quería que las cosas terminaran de esa forma, su padre era bastante distraído como para notar la preocupación y furia en los ojos de su hijo.
—Hey Sehun— Habló su abuelo llamando su atención. —Lo que estás haciendo no lo veas como un sacrificio— Sehun se burló con sarcasmo ¿Cómo no verlo de esa forma? —Es una buena chica, ya hablé con ella y sé que te encantara, tiene un buen sentido del humor— Sehun negó mientras se balanceaba sobre sus talones. —Hey, mírame— El pelinegro suspiró frustradamente y sin querer ser grosero con su abuelo, lo miró. —Abre tu corazón Oh, cuando logres hacer eso, todo será perfecto—
Este frunció el ceño sin comprender a su abuelo en lo más mínimo, pero al verla caminar hacia él supo que ella tenía esa capacidad de poner su mundo de cabeza, solo basto una mirada para hacer eso.
Suspiró al tenerla junto a él, su belleza lo abrumaba, no podía concentrarse del todo, su corazón latió deprisa mientras sostenía su cálida mano y entrelazaban sus dedos. Sehun se sentía tan ajeno a esa sensación
Después de la fiesta, Sehun se encontraba distraído observando a los pocos invitados disfrutando de la música en vivo y de una buena charla, todos parecían disfrutar su boda menos él. Irritado, se alejó hacía el balcón, necesitaba algo de aire fresco para poder pensar y un poco de soledad, pero al llegar y soltar un sonoro suspiró, observó por el rabillo del ojo a la castaña quién yacía sentada en una esquina distraída en sus pensamientos.
—Perdona, no sabía que estabas aquí— Tzuyu no mencionó nada, simplemente se puso de pie y alisó su vestido. —No, no te vayas— Soltó de repente obligando a la castaña a para en seco. —Llegaste primero, en justo que yo me vaya—
—No te preocupes Sehun— El sonido de su voz lo hizo temblar, la forma en como sonaba su nombre le agradado. —Podemos mantenernos en silencio, no es necesario decir algo— Mencionó desanimada, pero pesé a eso, Sehun no dejaba de verla.
Había algo en ella que le gustaba, pero era demasiado orgulloso para admitirlo.
Accedió a pasar un momento a su lado, al fin y al cabo tenía que acostumbrarse a su presencia. ¿Por qué habrá aceptado casarse con él? Era igual de rica e inteligente como para buscar su dinero. ¿Le habrían prometido amor? Absurdo, Sehun no podía dárselo
