𝐄𝐌𝐏𝐈𝐑𝐄 | Cuando la esposa de Oh Sehun le pide tener un hijo. Tiene que escoger entre su imperio o ella.
"El único amor que vas a sentir es para la corporación" - Esas fueron las palabras del señor Oh antes de que Sehun se casara.
Y lo único...
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"Tzuyu eres arte."
El gran heredero ha nacido. Todo el mundo hablaba del pequeño Soobin con efusión en todos lados, desde su nacimiento, el pequeño había sido el centro de atención, provocando cierto estrés a sus padres, Soobin necesitaba crecer lo más normal posible pero con los medios sobre ellos, quizás será imposible.
Desde el nacimiento del pequeño, Sehun y Tzuyu se dedicaban a él las veinticuatro horas, nunca descansaron, si no era la castaña quien estuviera cuidándolo, era Sehun.
Esa mañana, se levantó más temprano de lo acostumbrado. Sehun no había podido dormir lo suficiente por lo que optó ducharse antes.
Ahora era Tzuyu quien le tocaba observarlo de esa forma. Sehun siempre era ruidoso al levantarse de la cama, soltaba grandes suspiros o siempre tropezaba con las cosas, era imposible que la castaña no se despertara con eso. Para cuando dirigió su mirada, sus mejillas ardieron y su pulso comenzaba a aumentar. Sehun era un Adonis merecedor de ser admirado, su ancha espalda cuyos músculos se marcaban al quitarse el pijama y su cuerpo pálido sin un rastro de vello, era hermoso.
Extrañaba a Sehun, extraña sentir su calor, extrañaba ser abrazada por esos enormes brazos y sentir su corazón latir mientras recordaba su cabeza en su pecho desnudo. Lo extrañaba muchísimo.
También se puede extrañar lo que nunca se tuvo, y dolía, dolía demasiado. Solo que Tzuyu desconocía que el corazón de Sehun siempre le perteneció.
El pelinegro salió del baño y Tzuyu ya no se encontraba, pero la peculiar música para niños que le solían poner mientras desayunaban, lo tranquilizaron, Sehun siempre tenía el temor de que ella un día se fuera y se llevara a Soobin y nunca más volverlos a ver.
Bajó las escaleras y su estómago gruñó al sentir el suave aroma del pan francés, pero se detuvo de inmediato al ver una silueta familiar y antes de que esta pudiera girar, tomó un abrigo y se colocó encima.
— Señora Chou ¿a qué debemos su visita?
Mencionó con una sonrisa nerviosa mientras se acercaba a Soobin y besaba su pequeña cabecita.
— Vine a ver a mi nieto hermoso, Tzuyu me comento que estas enfermo y estas unos días de vacaciones
— En realidad vuelvo mañana
— Bueno, al menos pasaste más tiempo con Soobin
— Si lo hice
Sehun no mencionó nada después de eso, simplemente se sentó junto a Tzuyu y desayunó en silencio.
— ¿Ustedes nunca descansan? Desde que el nació han pasado todo el día cuidando al pequeño, apuesto que no han tenido sexo
Tzuyu se sonrojó de inmediato ante la imprudencia de su madre y Sehun se burló discretamente forzándose a borrar su sonrisa para no incomodar a su esposa.
