CAPÍTULO 4. VESTIDO ROSA

789 51 8
                                    


A la mañana siguiente, estaba muy animada de poder ver a Seiya, así que desperté desde muy temprano, para darme el tiempo necesario de arreglarme tomé un baño, cepille mi cabello y elegí un lindo vestido rosa que hace tanto que no usaba, que me parece me quedaba un poco justo, pero aun así decidí usar. He de reconocer que mi cuerpo durante estos dos años había tomado una mejor forma porque además de mi afán por escribir, también comenzaba a gustarme la gimnasia, claro, apenas y comienzo pero todo esto me ayudado mucho.

Cuando por fin termine de arreglarme, me sobraron algunos minutos así que comencé a arreglar mi habitación, por el desastre de mi ropa que había hecho. Al mover algunos libros de mi escritorio, pude escuchar un ruido como una pequeña campana, al observar con atención pude notar que era el anillo que me había dado mi querido Darien, me apresuré a levantarlo y pude ver como la parte de la piedra se había aflojado. Me quede contemplando por un momento el anillo, preocupada, muy preocupada, de pronto la voz de Luna vino a mi mente, ¿estaría bien salir con Seiya?...

De pronto oí algo que chocaba con mi ventana, me dirigí a ella para ver que sucedía. Y desde una pequeña abertura de la cortina, pude ver a Seiya, se veía tan bien, usaba un pantalón y un saco color blanco, usaba unas gafas y en su mano una rosa rosa, estaba recargado sobre su coche. Se veía tan atractivo, tanto que no podía creer que me hubiera invitado a salir a mí, existiendo tantas niñas hermosas, supongo que es la gran amistad que nos une. Tengo miedo, que se dé cuenta que me hace pensar muchas cosas cuando lo veo, y también de que note que constantemente hace que me sonroje. Así que decidí lo más natural que pude para evitar todo esto.

Ni siquiera asome mi rostro por la ventana, desde dentro con un grito le dije ¡Voy! Una manera muy inapropiada por supuesto, pero si lo veía de frente como desde la cortina, notaría lo rara que me pone. Tome mi bolso, y salí de mi habitación lo más rápido que pude.

— ¡Hola hermoso Bombón! —me dijo Seiya al verme, quitándose los lentes y dejándome ver sus ojos tan brillantes.

— ¡Hola Seiya! Parece que hoy te arreglaste más de la cuenta. —le dije tratando de desviar la atención, al molestarlo.

— ¿Te parece Bombón? Lo mismo pensé al verte en ese hermoso y justo vestido rosa, que a decir verdad te queda muy bien

Al decir estas palabras me sonrojé de tal manera, que pude sentirme tan roja que quería que él dejara de verme, sé que mi vestido se veía bien, pero pude usar otro, no sé porque decidí que fuera este. Al ver la incomodidad que sus palabras me produjeron, rápidamente dijo:

— Pero ya anda Bombón, que se nos hace tarde. ¡Sube! — caballerosamente se dirigió a abrirme la puerta de su automóvil negro.

— ¡Si, Vamos! –respondí aliviada porque al final de cuentas él siempre había sido un "caballero".

— Y dime Bombón ¿A dónde te gustaría ir?

— Mmm no lo sé, tú decide.

— ¿Estas segura Bombón?

— Sii —mi respuesta se escuchó con una naturalidad como la de una niña, que pude ver una pequeña sonrisa del rostro de Seiya.

— ¡Ya sé! A donde iremos, estoy seguro que gustará mucho el lugar. Por favor acomoda bien tu cinturón.

Encendió la música de su automóvil, se ajustó sus gafas negras, y por un rato solo la música de su coche se escuchó. De vez en cuando podía sentir como su mirada se desviaba hacía mí mientras conducía, justo lo mismo que hacía la mía. Me gustaba mucho verle así, concentrado, tan varonil manejando. No recuerdo que este sentimiento me lo haya causado antes mi querido Darien, pero era como de protección, que estando con él nada malo podría pasarme.

SerenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora