Capítulo 5.

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Danny regresaba al edificio a paso apresurado, odiaba tener la atención de cada alfa que se cruzaba en su camino, no iba a mentir que estaban de buen ver pero odiaba tener que liderar con lo comentarios indecorosos que recibía.

Una para de metros antes de llegar al edificio su paso fue bloqueado por tres alfas ebrios que salían de un bar cercano.

-¿A donde vas tan apresurado?.- preguntó uno de contextura musculosa.

-A ti que te importa.- espetó enojado mientras trataba de abrirse paso entre esos alfas.

-Huy, muy arisco nos salió el rubio.- se burló uno de rasgos asiáticos.

-¿Así será en la cama?.- dijo uno de los que mas miedo daba. Tenía su cuerpo totalmente tatuado con símbolos que el omega pudo reconocer de algunas pandillas locales.

Él asiático intento tocar su espalda pero Danny se alejó, sabía que era mala idea haber salido sin haber tomado algo que disminuyera su olor, al menos hubiese tomado alguna prenda de Steve para que su olor se impregnara en el y poder ahuyentar a esos asquerosos alfas.

Y como si sus oraciones hubiesen sido escuchadas, ahí estaba su compañero saliendo del edificio y dirigiéndose a donde estaba él junto a los tres alfas que no lo dejaban pasar.

-¿Porqué tardas tanto , cariño?.- musitó Steve antes de acercase peligrosamente a Danny y besar sus labios.

Esto sorprendió al omega quien tardó unos segundos en reaccionar, pero cuando lo hizo siguió el beso. Un gemido bajito e involuntario salió de sus labios causando sonrojo en sus mejillas.

Los jóvenes alfas que ante molestaban a Danny se fueron casi al instante, Steve era quien mas presencia tenía entre ellos, sabían que no podían competir contra el.

El comandante se separó lentamente de Danny para luego sujetar su mano e irse al apartamento.

Una vez ya en aquel lugar Steve se dispuso a regañar al omega por salir sin decir a donde.

-Que esto no vuelva a suceder, ¿entendido?.- regañó el alfa.

-Ajá, lo que tu digas.- dijo Danny restándole importancia.

-No estoy bromeando Danny Williams, es una orden y la vas a respetar.- advirtió el comandante.

-Bien.- respondió el omega dando por cerrado el tema y yéndose a la cocina a preparar las hiervas que compró en la botánica.


~*~

Habían pasado dos días desde aquel altercado, ninguno de los dos había mencionado algo de lo sucedido, se mantenían siempre vigilando aquél sitio en donde estaban los rusos, para su suerte habían logrado obtener muy buena información. Según lo que uno de los sujetos había mencionado era la llegada del Pakhan la siguiente semana.

Steve había hablado con Chin y Kono para que prepararan un operativo, si tenían suerte atraparían no solo a los que trafican armas en todo Hawaii, sino también al que las suministraba, nada mas y nada menos que al Pakhan de la Bratva, la mafia rusa mas temida de toda Europa.

Se han escuchado atrocidades de aquél que ahora era él jefe de la Bratva, se dice que tuvo que matar a su padre para poder llegar a donde estaba ahora. Otros presumen que fue por proteger a su omega del propio padre, en ese entonces el Pakhan.

Hasta ahora lo único que saben y han escuchado de las conversaciones de Poliakov en aquél apartamento es que el trafico de omegas se dejó de hacer gracias a lo blandengue que fue Luka al aceptar los caprichos de su omega, era lo único que agradecía Steve, el no tener que lidiar con un loco bastardo que trafica con omegas.

-¡No tenemos ni una jodida idea de quien es el Pakhan!.- musitó Danny un poco exasperado.

Los últimos dos días había estado mas irritante y de mal genio, Steve comenzó a sospechar que ese té que bebía cada mañana en vez de relajarlo lo ponía de mal humor.

-No lo sé, Danno, Kono esta tratando de averiguar quien es.- explicó Steve en completa calma.

-¡No me llames Danno cuando estoy enojado, Steven!- farfulló el rubio.

-Traquilizate....

-¿Que me tranquilice?, estoy tranquilo, Steven.

-Cuando te enojas me llamas Steven, y tendré que amordazarte si sigues así.- amenazó el alfa.

-¡A mi no me amenaces!.- advirtió el rubio mientras señalaba con su dedo índice al alfa.

Steve iba a responder pero él sonido incesante de su celular lo hizo parar y responder.

-Catherine...- saludó el comandante.

-No puedo, Cath, éste operativo de encubierto es realmente importante, pero puedes quedarte hasta que llegué.

-Es como el fantasma, aparece y desaparece.- farfulló Danny en un susurro mientras salía de la sala aparentemente enojado.

Steve lo miró extrañado por el comentario que llegó a escuchar pero decidió seguir con la llamada, Catherine llegaba a la isla cada mes cuando sabía que su celo se acercaba para pasarlo con el alfa, ellos ya tenían un tiempo de estar juntos pero Steve nunca la marcó, ni siquiera trataba de hacerlo.

Según Steve su marca la merecía alguien que estuviese para él no solo uno o tres días, sino toda la vida.

Quizás alguien como Danno, ese omega que se había convertido en él centro de su universo desde la primera vez que vio su hermosos orbes azules.

No quería admitirlo pero el trabajo de encubierto había logrado que la tentación de besar esos finos y rojizos labios del omega se haya convertido en una exquisita realidad. Pero lo único que deseaba ahora era que esos besos fuesen correspondidos, y no solo fueran por sacar del problema al rubio con esos alfa, aunque no lo podía negar, Danno era su hermosa y prohibida tentación.




TEMPTATION. >><< McDannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora