—¿Dónde fuiste anoche? Papá me dijo que saliste con Zach.—me llevo la cuchara con fruta a la boca y mastico.
Drew traga el pedazo de panqueque antes de contestar.
—Sí, fuimos a un bar que está cerca de la universidad.
—Ah.—tomo un sorbo de jugo de naranja—Vinieron los Owens a cenar, por si no lo sabías.—le comento.
El asiente y limpia su boca con una servilleta.
—Ya lo sabía.—responde desinteresado.
Clavo mi vista en el, entornando los ojos.
—¿Sabias que vendrían y aún así te fuiste?—mi tono es acusador.
—Eh... ¿Sí?—frunce el ceño—¿Tiene algo de malo?
Abro la boca indignada.
—¡Claro que sí! ¡me dejaste sola con ellos!—es injusto que yo haya tenido que quedarme y él no.
Drew resopla con molestia, como siempre que comienzo una rabieta.
—No estabas sola. Asher estaba aquí, ¿verdad?
Oh sí, mucho mejor.
—Eres un pésimo hermano.—refunfuño mientras me levanto de la mesa.
—Oh vamos, ¿En serio vas a molestarte conmigo por eso?—Lo ignoro y después de buscar mis cosas camino a la cocina, donde John me espera charlando con Amanda para llevarme al instituto.—¡Scarlett!—escucho a Drew llamarme otra vez.
—Estoy lista, John.
—Andando, entonces.
Me despido de Amanda con un abrazo rápido y sigo a John hacia la salida por la puerta de la cocina, que es normalmente la que usa el servicio. De papá no tengo que despedirme porque se fue temprano a la empresa, creo que a una reunión con sus socios.
Cuando salgo de casa John ya está esperadome dentro de la camioneta, y en cuanto me monto en el asiento trasero arranca el coche.
Tardamos aproximadamente quince minutos en llegar al estacionamiento del instituto. Me despido de John, que me corresponde educadamente y bajo.
Peino mi cabello que se ha alborotado por el aire que entraba por la ventanilla de la camioneta y acomodo mi falda antes de empezar a caminar con paso seguro hacia las puertas dobles de entrada, ignorando —o fingiendo hacerlo— las miradas de los demás.
Una vez en el pasillo, ubico a Lexi esperándome apoyada en las taquillas distraída con el móvil. Me acerco a ella y le arrebato el celular de las manos.
—¡Oye!—me grita frunciendo el ceño. Río por su expresión de desconcierto del principio y le ofrezco de nuevo el aparato, que me quita de mala manera—No hagas eso.
—Es que me lo dejaste muy fácil.—vuelve a centrar su atención en su móvil, sus dedos teclean ágiles sobre la pantalla—. ¿Se puede saber con quién te escribes tanto?
Estiro mi cuello intentado ver, pero ella se lleva el teléfono contra el pecho.
—Con nadie.—aparta la mirada y puedo ver cómo sus mejillas se sonrojan un poco.
Abro mi boca sorprendida.
—¡Te sonrojaste!—le chillo, algunos estudiantes voltean a vernos, así que bajo la voz—¿Desde cuándo Lexi sin vergüenza Breslin se sonroja?
Me mira fulminante.
—Cállate, teñida.
—Soy rubia natural.—me acaricio el pelo ofendida, pero me doy cuenta que quiere cambiar de tema.—Y no me cambies de tema. Vamos Lexi, soy tu mejor amiga, cuéntame.—hago un mohin al que nadie puede resistirse.
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Perfecto Caos © (PAUSADA)
Fiksi Remaja¿Qué harías si el atractivo -pero insoportable- hijo de los amigos de tu padre regresara a tu vida luego de cinco años? ¿Y si te dijera que es un chico arrogante, provocador, pero condenadamente guapo? ¿Y si solo bastara una mirada de esos salvajes...