Un Abrazo en la Cama - Nicudy

Capitulo VIII - Mi Casa, Mi Hogar

¡Wilde maldito imbecil!

Gritaba mientras intentaba secar las lagrimas que salian de mis ojos y conducia

¡Lo arruinaste! ¡Todo! Decia entre sollozos como si fuera una pequeña niña.

Derrepente mi celular empezo a vibrar asi que lo saque y vi que marcaba el numero de Nick, inmediatamente lo colgue ya que no tenia la fuerza para poder hablar con el.

Era un sentimiento extraño me sentia furiosa con ganas de golpiarlo en su cara pero al mismo tiempo me sentia triste en completa desesperacion a tal punto de querer vomitar, eso sin mencionar el dolor que sentia en mi corazon, Era como si me acabara de traicionar como si me acabara de apuñalar por la espalda.

Recorde sus palabras "quiero que sepas... que te quiero Judy" repeti en mi cabeza mientras recordaba su voz...

¿Acaso solo eran mentiras? ¿Acaso no lo decias enserio? ¿Acaso solo jugabas con migo? Nada tenia sentido en este torbellino de ideas y lo que menos hacia sentido era... ¿Por que dolia tanto?

¿Quiero a Nick? Obviamente lo quiero como mi mejor amigo pero... ¿Acaso yo quiero, QUIERO a Nick?

Preferi seguir manejando e intentar distraerme y no seguir pensando al respecto, pero hera tan dificil...

Mis padres tendran preguntas de por que llego tan repentinamente sin avisar, con una patrulla de policia y con mi uniforme... Me decia pensativa al notar que ni siquiera me habia tomado el tiempo para arreglarme o por lo menos intentar simular lo que sucedia.

Detuve el auto a una orilla del camino ya que tenia que asentar mi historia o por lo menos la excusa que les hiba a dar a mis papas.

A decir verdad no habia una buena excusa para decirles lo mejor que se me ocurria ahora mismo es que los queria sorprender con mi visita...

Que excusa tan mala... me dije en mi mente.

Repose mi cabeza en la parte de atras del asiento y cerre los ojos, realmente necesitaba tranquilizarme, suspire profundamente una y otra y otra vez hasta que por fin logre calmarme.

--Ok Judy-- dije en voz alta hablando con miga misma.

--Tu solo sigue adelante...-- me mencione.

--Pero duele-- me respondi inmediatamente casi volviendo a caer el el mismo circulo de tristeza y desperacion del que acababa de salir.

--Tu eres Judy Hopps... tu puedes-- me anime.

Recorde el echo que estaba hablando completamente sola, cualquier animal que me viera ahora mismo probablemente creeria que estoy loca... no pude evitar sonreir ya que en cierta manera me hacia gracia lo ridiculo de todo esto, casi parecia un drama sacado de una estupida telenovela como las que solia ver mi madre cuando yo era pequeña.

Tome mi celular y marque al numero de mi mama para acto seguido poner el dispositivo en mi oreja esperando a que me contestara.

--Hola cariño, ¿como estas?-- escuche del otro lado del celular, reconociendo inmediatamente la voz de mi mama.

--Hola mama estoy... bien... ¿y tu?-- le conteste un poco sonriente intentanto animarme un poco.

--Todos estamos bien aqui cariño, dime necesitas algo...-- pregunto alegremente mi madre.

--En realidad si... veras...-- dije cortandome un poco, ¡vamos Judy di una excusa para ir haya! --...en el ZPD me dieron unos dias libres... y... a mi... me... gustaria irlos a pasar haya en casa...-- le menti intentando sonar lo mas convincente posible.

--Claro cariño, le dire a tu padre que te vaya a traer a la estacion de tren-- dijo emocionada mi mama.

--En realidad mama, vengo en una patrulla-- le explique.