Él, Ella, Los Dos O Ninguno(Completa)

XXXI

Vi a Ania sentarse lejos de mí y me evitaba a toda costa, sabía que no estaba nada contenta pero de igual manera quería arreglar un poco las cosas con ella.

Ya eran más de las cuatro de la tarde, la vi entrar al baño y como iba sola decidí aprovechar para hablar con ella.

- ¿Ania?- dije cuando la vi parada enfrente del espejo limpiándose las mejillas, creo que estaba llorando.

- No quiero hablar contigo- ni siquiera se molestó en disimular si estaba llorando, verla llorar me partía el alma.

- Ania yo te amo- le recordé poniendo mis manos alrededor de su cintura.

- ¿Cómo puedes amar a dos personas al mismo tiempo?- me pregunto ella alejándose de mí-, Tania no sabes ni lo que quieres, tu corazón solo debe pertenecer a una persona. No sabes lo que daría porque esa única persona fuera yo.

Sus palabras me dolieron mucho, solo la vi salir del baño dejándome con un nudo en la garganta a punto de llorar. Lo iba a hacer pero entonces ella entro.

- ¿Por qué Ania salió llorando?- me pregunto Paula confundida, después preocupada al verme -, ¿Tú que tienes?

- Problemas en el paraíso

- Sabes que puedes confiar en mí

- Ania ya sabe que me sigue gustando Ángel- la cara de Paula demostró bastante desacuerdo

- Bueno tiene motivos para estar así

- Ania debe aceptar que no es la única

- Es tu novia y así debería ser- comento Paula molesta por mí comentario

- Ángel me gusta y lo amo demasiado, no tengo porque dejarlo de amar solo porque mi novia no quiere que mi corazón sienta algo por alguien más.

- Ni siquiera sabes lo que quieres- las palabras de Paula retumbaron en mi cabeza, eran las mismas palabras que me había dicho Ania hace unos minutos.

- Quiero tenerlos a los dos

- Mejor habla con Ania o te quedarás sin ella.

Salí del baño y fui directamente a mi casa no quería seguir en la escuela, no quería poner buena cara a nadie, llegue y vi a mi hermano mayor en la sala jugando con el más pequeño.

- ¿Saliste temprano?- me pregunto sin apartar los ojos de la pantalla.

- Sí claro- subí hasta mi habitación y cerré la puerta con todo y seguro.

Me quite toda la ropa, me eché a la cama y comencé a hacer algo que tenía en mente. Hacer un perfil falso para poder hablar con Kia y de paso revisar los perfiles de Ania.

Estaba por terminar cuando mi teléfono sonó, cuando vi quien llamaba enseguida respondi.

- Bueno- dije con voz muy baja.

- Necesitamos hablar, te veo en el parque en media hora- fue lo único que dijo y colgó.

Me puse mi ropa y me arregle un poco, quizá todo se resolvería, pense para darme ánimos.

Vi a Ania sentada en una banca bastante pensativa, me acerqué a ella pero no sonrió cuando estuve a su lado.

- Tania te amo- esas palabras me hacían muy feliz pero no el tono con el que las había dicho- y así como yo solo te amo a tí, mínimo yo esperaba que tú solo me amaras a mí.

- Enserio te amo y mucho- le dije tomando sus manos, ella las retiro de inmediato.

- Carajo no puedes amar a dos personas, quiero ser la única persona que ames. Maldito Ángel

- No llames así a Ángel- le pedí enojada

- Tania ya no quiero seguir contigo si es que no puedes saber a quién pertenece tú corazón.

Quedé paralizada, no podía creer que después de todo lo que había pasado para poder estar con ella lo dejara solo porque ella no aceptaba que no era la única en mi corazón.

- ¿Así nomás?- pregunte a punto de llorar.

- Ya no somos nada, Tania- ella se levantó y se alejó con paso firme y rápido.

Me quede en ese lugar llorando sin consuelo, no me importaba que las personas pasarán junto a mi y me vieran mal, habia perdido a mi novia y no tenía idea sí había sido mi culpa o la de ella.

No sé cuanto tiempo estuve llorando pero comencé a sentir mucho frio, me abrace a mi misma pero igual sentía frío aunque en esos momentos era lo que menos me intereso.

Quería dejar de llorar pero no podía, sentí una mano en mi hombro y lo vi con ojos llenos de preocupación, se sentó a mi lado, me abrazo y empecé a llorar aún más.

Me dolía saber que en parte por él había terminado mi relación...