LII

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Debo decir que estás dos semanas con mi princesa habían sido las mejores que había pasado y no solo lo digo porque si, si no porque en realidad lo son.

- ¿Hijos?- me pregunto mientras la abrazaba por la espalda y mirábamos el mar juntas.

- Mi vida, ni tú ni yo seríamos buenas madres- rei poniendo mi cabeza en su hombro.

- ¿Beso preferido?

- Apasionado con el sabor de tu lengua en mi boca- sentí como apretaba un poco más nuestras manos entrelazadas.

- Han pasado dos semanas, no queda mucho- escuché tristeza en su voz, y como no.

Yo estas últimas semanas había estado llorando en silencio, observando cada día que Kia iba perdiendo su color natural y sus ojeras eran más notables.
Me dolía verla así y no quería ni pensar en todo lo que sufriría cuando ella no estuviera.

- ¿Saben dónde puedo comprar un lindo traje de baño?- la voz de Ania se hizo sonar tras nosotras, las dos la culpa de mala gana- Kiara que mal aspecto tienes, creo que deberías ir al médico- Kia bajo la mirada y yo ya tenía ganas de golpear a Ania- ay perdón, aunque vayas ya no te puedan curar.

Kia comenzo a llorar y sin pensarlo dos veces le di un golpe en la nariz a Ania, ella solo cayó en la arena mientras tocaba su nariz que ahora se encontraba sangrando.

- Amor, déjala no vale la pena- sentí las manos de Kia en mi cintura y sin poner resistencia alguna me fui caminando con ella de la mano.

- Dos semanas siguiéndonos, ¿Que no tienen una vida?- me queje enfadada mientras Kia ponía su cabeza en mis piernas.

- Tania, te amo- sabía que me diría algo más, por esa razón no hable y deje que hablara- siempre fuiste mi mejor amiga incondicionalmente y ahora serás mía por toda la eternidad.

- Prometo que siempre te quedarás en mi corazón.

La abrace fuerte mientras ambas observábamos las olas que chocaban con la orilla llena de rocas, sentía como Kia tenía más dificultad para respirar y como su agarre se iba debilitando.
No sabía si sería hoy y si era así debía de tratar de hacer que sus últimos minutos o prefiero pensar que horas fueran hermosas. Y no las haré hermosas con sexo si no con palabras, palabras que perdurarán por toda la eternidad y así poder dejarla marcharse con una sonrisa en los labios.

- Sabes, fuiste mi primera amiga- dije mientras Kia observaba el mar, se veía tan linda apesar que sabía que estaba cerca de terminar el tiempo de mi princesa- y la primer persona que me hizo darme cuenta que el amor era real, no solo te decía bebé porque sí, te lo decía porque eran mis sentimientos hacia tí, Kia nunca te quise realmente como mi mejor amiga- se me hizo un nudo en la garganta al escucharla tomar aire muy desesperada- yo siempre te quise como pareja.

Bese su cabeza y ella seguía sin dejar de mirar hacia el mar, la verdad seguía sin gustarme el mar y ahora me gustaría menos si ella se iba observándolo.

- Tania, mi amor- su voz ya se escuchaba muy mal y debía hacer algo para que no sufriera.

- Debo llevarte a un hospital- dije ya preocupada al notar que se poniendo más pálida de lo normal- déjame llevarte.

- Ania tiene razón, aunque vaya no hay nada que ellos puedan hacer- una lágrima se escapó de mi ojo al escucharla hablar así.

- Ania no piensa bien- tome su mano y estaba muy helada- vamos Kia.

- ¡Quiero irme en tus brazos!- grito y me abrazó con toda la fuerza que ella tenía en esos momentos- no quiero que me alejen de ti, quiero morir en los brazos del único amor de mi vida, del único amor que he tenido y el único que siempre tendré.

- Te amo Kiara- no me contuve más y las lágrimas salieron de mis ojos- siempre serás mi princesa.

Kiara seguía abrazándome y besando mi rostro con desespero, cualquier persona diría que es una escena muy romántica pero no sabían que era nuestra despedida.
Sus labios se unieron con los míos en un beso lento y lleno de sentimiento, sentí varias lágrimas bajando por mi mejilla como nuestro beso tenía un sabor salado a causa de las lágrimas derramadas.

Sus manos bajaron lentamente por mi espalda hasta quedar ella con los brazos sin fuerza alguna, en ese momento la abrace lo más fuerte que pude y comencé a decirle cosas que ella ya sabía pero quería que las recordara por siempre.

- Te amo mi princesa, te amo Kiara- dije desesperadamente aún teniéndola en mis brazos, su respiración se volvía cada vez más pausada y mis lágrimas más constantes- no lo olvides que te amo como a nadie en esta vida, siempre serás tú la luz de mi vida.

- Te amo y te amare por toda la eternidad, amor de mi vida- la voz de Kia era como un susurro casi imposible de escuchar.

Kia depósito un beso en mis labios y enseguida cerro los ojos.

En estos momentos como me gustaría que fuera una película de Disney para despertarla con un beso de amor verdadero.

Él, Ella, Los Dos O Ninguno(Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora