No se volverá a repetir, dijo aquel hombre del traje rojo.
-¡Un tres! ¡Esta vez vives!
Mi apuesta se duplicó.
Una penetrante y codiciosa mirada a las cuencas vacías del extravagante hombre fue más que suficiente para confirmar una triple apuesta.
Fijé mi vista en el dado, rojo como la sangre.
Cancelé, cancelé esa maldita apuesta antes de que ese dado cayese sobre la mesa.
Desperté de un salto en mitad de la noche y lo primero que pudieron ver mis ojos fue el reloj marcando las 3 a.m.
Mi armario comenzó a abrirse.
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Dark Zone Microrrelatos de Terror
Kinh dị¿Y tú? ¿Te atreves a leerte todas las historias? Juego con el miedo, invento y creo. El miedo es una droga y te aseguro que en este libro hay droga de sobra. Aquí tienes tu dosis. Sin censura, basto gore y oscuro. (AVISO: Si quieres historias mas du...
