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Yoongi.

— No creo que eso sea correcto —Jimin volvió a reír y revolvió sutilmente mi pelo, desordenándome el flequillo. Mientras él seguía hablándome, yo intenté volverlo a colocar de forma correcta sin usar las manos, la cuales seguían alrededor de su cuello— De hecho, fui yo quien empezó a pegarle. Saldría peor parado que él si profundizamos en el tema.

— ¿Le pegaste tú? —pregunté con desconcierto. Habría jurado que todo había sido idea de Taehyung y sus amigos, que por eso Jungkook no me había dejado meterme, que todo lo hicieron para propinar una paliza a Jimin, igual que tiempo atrás conmigo.

— No pude controlarme. Quizá hice mal.

— ¿Por qué le pegaste?

— Porque no dejaba de gritarme.

— ¿Por qué te gritaba?

— Porque se cree con derecho a decidir sobre mi vida, de echarme en cara sus malditos celos sin base. Porque es idiota y me ha escogido como su punto para amargarme cada día —le miré enarcando una ceja, requiriendo una explicación más concreta. Él suspiró y apartó la vista— Porque me encontró con Wonho en los baños.

— ¿Con Wonho? —asintió sin mirarme, mordiendo nerviosamente su labios inferior— ¿Ese Wonho? —volvió a asentir con menos firmeza, y aun apartando la mirada— ¿Cómo los encontró? ¿Hablando? —esta vez negó, y con ello, hizo aparecer un ligero nerviosismo en mi estómago— ¿Haciendo pis? —volvió a negar— ¿Caca?

— Nos encontró besándonos —declaró con voz ahogada. Me quedé mirándolo varios segundos a la espera de que me devolviera la mirada, de que me dijera que todo era una broma, pero no lo hizo— Entró justamente en el peor momento.

— ¿Te besaste con Wonho? —volvió a asentir en silencio. Sin pensarlo dos veces, me incorporé, sentándome a su lado y ahora mirándolo desde arriba. Él me soltó lentamente, mirándome por primera vez desde la confesión— ¿Sabes que es malo? Lo sabes, ¿no?

— Lo sé. Y en realidad no me besé, me besó él. Y luego entró Taehyung y nos vio. Fue todo muy rápido, tanto que apenas pude reaccionar —me miraba agobiado, como intentando excusarse. Y en mi opinión no lo necesitaba, seguía siendo mi amigo. Él estaba en su total derecho de besarse con quien quisiera— Pero a pesar de todo, no puedo negar que me gustó.

— ¿El beso? —asintió, ahora mucho más decaído. Se tumbó de nuevo, dándome la espalda y encogiendo las piernas en posición fetal. Suspiré al verle en ese estado y esta vez fui yo quien comenzó a jugar dulcemente con su pelo, enredándolo con cuidado entre mis dedos, abriéndome paso tranquilamente entre los oscuros mechones— ¿Te gusta Wonho?

— No lo sé, creo que no.

— ¿Crees?

— Besa bien, pero creo que no sentí más que eso. Es muy guapo y sonríe de una forma que me hace olvidar la escoria de persona que almacena en su interior. Pero jamás tendría algo con él, sobre todo después de lo que te hizo.

— ¿Por qué no le apartaste cuando te besó?

— No lo sé, fue muy rápido. No me lo esperaba.

— Puedo pegarle si quieres —él rió, pero yo había hablado con total convencimiento. Por algún motivo, el que perjudicara a mis amigos, me dolía más que el que me hiciera daño a mí mismo. Me sentía más capaz de proteger a Jimin que a mí— ¡Oye, hablo en serio!

— No hace falta, bobo —se dio la vuelta, quedando nuevamente frente a mí, y sonrió al tiempo que apartó un mechón de pelo de mi frente— Gracias por venir a verme.

Mírate - KookGiWhere stories live. Discover now