Capitulo 4

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Dios llevaba  horas sentado en la sala de espera del aeropuerto cuanto le costabá a Albafica comprar tres benditos pasajes, vamos era cosa de entrar y salir, busco por la sala algo con que distraerse, lograndolo victorioso,una chica bastante linda, cabello castaño ojos claros un rostro finos, unos labios sexys el boton de su blusa estaba desabrochado, exhibiendo parte de su piel dejando ver una linda rosa tatuada en su pecho derecho y como su piel cambiaba de tono a uno mas claro por la leve linea del sujetador, a pesar de todo los que mas le llamo la atención a Manigoldo fue ver  como esta descaradamente le coqueteba a Albafica, le subió la sangre a la cabeza quien se creía para andar mirando a su pareja, no se dejaba en claro pero ese era su mujer o su hombre como alba prefiriera, seguía siendo su propiedad segun el, se levanto de la silla en dirección a ellos y colocando sutilmente la mano en la cintura de alba
- amor ya estas listo - lanzo enfrente a la chica la cual palidecio
- Manigoldo todavía no hay un problema con el sistema- respondió Alba asiendo caso omiso a los celos de manigoldo
- entonces compremos por Internet, es mucho mas rápido que el personal por lo que veo - frunciendo el seño  y dedicandole una mirada de profundo odio a la chica del mostrador

Logran salir con los boletos en la mano y el fruncido entrecejo de Manigoldo, la vendedora le había arruinado el día,  y logrando que Albafica tambien saliera enojado
- hey que te paso alla adentro
- nada que me va a pasar
- Manigoldo te conozco, dime que te paso
- vaya si que me conoces...ha - Alba no tenia la culpa no se iba a enojar con el - los pasajes tenían un costo muy alto inalcanzable para el bolsillo del ciudadano promedio - dijo tratando de librarse de las preguntas
- no mientas
- no miento la gran mayoría de la población tiene un sueldo menor a 350000 lo que es imposible para muchos viajar por el coste sin contar impuesto y lo demás
- Aha - no quería admitirlo pero ver a Manigoldo hablando de política le provocaba risa, bien sabia que el mayor participo en el club de debate en la universidad así que sabia como inventar escusas, a parte de ser un italiano licenciado en medicina y forense era bueno debatiendo - y dime crees que la pobreza en el país hace que las escuelas publicas no enseñen como utilizar bien los programas de computador y por ello la atención se vuelve lenta y monótona, sin contar el bajo sueldo que hace que lleven ropa que ya no les entra y por eso es tan ajustado su vestimenta
- claro que si - dijo, valla a Alba no se le escapaba nada - eres un diablo disfrazado amor, lees mi mente
- no decía en broma que te conocía
- asi que me conoces muy bien, sabes donde tengo un lunar coqueto
- te refieres el que esta en tu tabique
- a parte - tomo la cintura de Albafica parandose frente de el y juntandolo- si ese puede ser uno pero hay otro mas
- asi
- si tengo muchos mas te gustaria darle un vistazo- sonrio mientras señalaba un hotel - es mas creo que hay algunos que te gustaran
- mira tu- le gustaba la idea de tener libre axceso a manigoldo, era bastante tentador - les hechare un vistaso si sabes donde tengo un lunar sexy - era arriesgarse mucho pero sabia que Manigoldo no adivinaria
- a parte de tu lunar debajo de tu ojo - pregunto, penastivo para luego llevar su mano a la nalga derecha de Alba - me parece que aqui esta el otro
Alba palidecio, como demonios el sabia que... de alguna manera el debio haber hecho trampa- eso no
- no, estas rojo rosita, me parece que atine - preciono un poco mas a alba - me debes una
- dije solo mirar
- valla fetiche que tienes rosita, imagine que tambien querrias tocar
- oye... no es un feti... diablos esto pinta mal - ya no tenia escape
- ja ja, mi fetiche es que me hablen sucio
- manigoldo no empieces
-no empezar que, si perdiste aceptalo florecita, vamos ahi justo un hotel
- me niego - caminando detras del italiano
- entonces si estas tan encontra por que me sigues
- no es que te siga pero... tienes tu los boletos y las llaves del auto
- error, tienes tu los boletos y las llaves del auto, llevas puesto mi abrigo corazón
- que rabia - musito para seguir acompañando al mayor
- vamos era broma, pero te invitare una deliciosa cena, que tal suena eso
- respiro aliviado - y a que lado iremos
- conosco un buen restobar, sirven unos margaritas unicos
- es donde conociste al Cid
- noto celos - pregunto divertido el mayor
- claro que no era solo una pregunta - todabia le molestaba que en la fiesta del 14 de febrero haya  bailado juntos y muy pegados, desde ese dia maldecia los lentos - vamos rapido
- que parte de que el Cid ya se caso todavia no te convence y de que soy tuyo en cuerpo y alma
- te dije que no son celos
- como digas cariño... - sabia que le molestaba lo del baile, pero mas le ubiera molestado saber que fue su ex, que bellos recuerdos

Mia bella RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora