Capitulo 25 (final 1 parte )

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... se ocultó casi todo el tiempo que estubo en Grecia de Albafica era extraño no quería verle, algo en su cabeza decía que no era necesario y así hizo todos los días evitó toda fiesta o convivencia el la que el sueco se hallara, incluso cuando el pequeño Milo nació esperaba que el sueco dejase la habitación para ver al bebé. Llegaba a ser cruel incluso por qué Sage hablo con Albafica y le explicó que Manigoldo, se había quedado aya, y muy a pesar de el mismo tubo que mentirle diciendo que Manigoldo se había casado he incluso tendría un hijo, y por ello no iba a volver, le dolió mentirle a Albafica. Solo mirar el anillo que portaba en su dedo le dolió, al final el chico si espero por él.
Thanatos converso con Sage para que esté convenciera a su hijo de verlo, pero nada, que es lo que había cambiado tanto en todo ese tiempo que lo hacía dejar de lado a Alba.

El bautizo del niño se hizo y el fue elegido como padrino, no se iría de Grecia por un largo tiempo es más pensaba retomar los negocios de su padre y establecerse una vez más ahí, y de paso comprar una nueva casa la suya como muchas de sus cosas habían pasado a manos de su amigo algo que en cierto punto le causo risa, visitó a su amigo en el que alguna vez fue su departamento y ahora un bebé de dos meses jugaría libre por aquel lugar, obviamente cuando pudiera caminar, decidió llevarle alguno que otro regalo al bebé que ni sus dientes habían salido, el tema de Albafica quedó de lado, ya ninguno de los dos preguntaba si en algún momento volvería con el sueco o le buscaría, es más cuando el sueco recibió la noticia de que supuestamente estaba casado bajo los brazos y se fue del lugar si no fuera por Illias tal vez no sabrían ni siquiera si el está bien, pero se seguía manteniendo en pie que era lo importante, mientras tanto Manigoldo jugaba muy tranquilamente con Milo

– se van a ensuciar si juegan en el piso – retaba el francés al mayor que para jugar con el niño prácticamente se recostaba en el piso
– oh vamos tengo mil camisas más limpias que está a parte la ropa se lava – comento con obviedad
– aún así ya tengo mucho con la ropa sucia de Kardia y Milo y eso que Milo no camina no quiero lavar la tuya también
– no te lo estoy pidiendo – saco la lengua burlándose del francés, quien siguió su camino – que pesado tu madre – le comento al niño quien solo río, mientras Kardia tomaba una cerveza viendo a su amigo jugar contra n su hijo
– y tú cuando vas a tener el tuyo
– lo he pensado pero no encuentro a nadie perfecto para ser su padre
– tal vez ese que conociste en el bar como se llamaba
– Verónica
– ese mismo él me daba miedo
– a mí también no vuelvo a salir con un travesti – prometió – aunque sabía cómo mover las caderas
– eres un desgraciado Manigoldo, aún así de verdad piensas casarte algún momento de tu vida
– si por qué no lo haría
– no te veo muy comprometido con la intención
– ya te lo dije sigo buscando a la persona perfecta
– y perfecta como? – pregunto el griego dando un sorbo a su cerveza
– alguien como... Mm... Creo que debe ser lindo, una cara angelical ojos llamativos y una personalidad algo ruda que no se deje pasar a llevar por nadie
El griego río por dentro era la descripción de Albafica, angelical, rudo era Albafica – y piensas encontrar eso en un bar
– donde más si no es ahí
– no se tal vez estás buscando algo como una rosa, hermosa pero con espinas
– exactamente eso 
– bueno sería mejor buscar en una florería
– si también podía ser una opción – termino para quitarle la cerveza de las manos a su amigo y beber un poco, en seguida se la devolvió  – creo que mi hijo se llevaría bien con el tuyo
– si es que llega a nacer empezando
– en algún momento va a nacer eso sí que sí. Continúa jugando con el pequeño que solo sonreía al ver a Manigoldo

Tal vez le dolía pero, seguía ahí recibiendo al de cabellos blancos quien continuaba moviéndose arriba de él. Cuando se enteró que Manigoldo se había casado y tendría un hijo se dió cuánta que este no regresaría y portar ese anillo ya no serviría de nada solo decoraba su mano en ese momento era un lujoso adorno, que en algún momento representó una hermosa promesa que ahora no era nada, deshacerse de el tomaría tiempo puesto que todavía sentía que Manigoldo podía volver y decirle que aún lo amaba y que todo eso se de que se caso era una estúpida mentira inventada por su padre, que aún lo quería lejos de Albafica, pero ya no podía hacer más, puso en riesgo su vida y aún así perdió, eligió entre quien amaba y su familia y aún así salió perdiendo. A pesar de todo lo que sucedió Minos se le acercó y extendió su mano para darle apoyo, demostrando que el todavía tenía la esperanza de tener una oportunidad con el sueco, y aunque le costó termino por aceptar al noruego quien con cara de cachorro le rogaba, cedió solo para darse una oportunidad así mismo no quería encerrarse a llorar toda su vida y sabía desde un inicio que eso podía pasar que tal vez Manigoldo encontrase a otro y fuese feliz y no iba a interrumpir en su felicidad.
Y ahora se encontraba en casa del noruego dejando que esté se viniera dentro de él y que marcará todo su cuerpo demostrando a quien le pertenecía, terminado su ronda de recostó a un costado del sueco
– te noto distraído que pasa amor
– nada realmente solo cansado y con dolor de cabeza
– si te sentías mal debiste haberme dicho, quieres que te traiga algo, no se agua alguna pastilla o toallas húmedas
– estoy bien – sonrió ante la preocupación del noruego, era extraño con el podía conversar en su idioma natal sin ningún problema sabía que esté le entendería cualquier cosa y a la misma vez le daba libertad de hacer lo que quisiese cuando quiera, lo que si tenía un extraño gusto por las marionetas de hilo, era como su afición y pasatiempos aún así el rostro de muchas de estas lo incomodaba y más cuando de noche se levanta al baño, un montón de ojos inexpresivo y fríos se posaban en él pero era peor cuando caminaba desnudo en ese momento sí que sentía que era observado. Dejando las muñecas de lado este siempre era preocupado y organizado
El solo entrar en esa casa donde todo tenía un lugar llegaba a ser exasperante, era tan meticuloso que llegaba a dar risa como Albafica movía unos sentimientos algo y seguido el mayor pasaba y lo acomodaba era algo que le gustó de él y a la misma vez lo hacía reír, como decirlo amaba eso.
El noruego se levantó de la cama y volvió con un vaso con agua preocupado por el dolor de cabeza del menor, un dolor de cabeza que desde hace mucho tenía forma, pies y cabeza, y ese dolor de cabeza lo despertaban a mitad de la noche y no lo dejaba pensar en que hacer con ese anillo que aún portaba
– llevas horas viendo ese anillo – comento con pena
– lo siento – se disculpó por todo eso
– no te disculpes, tu todavía lo extrañas
Se sentó en la cama, era verdad el hombre tenía razón todavía lo extrañaba no era algo que pudiese negar
– me lo imaginé. – dijo para dejar el vaso en la mesita de noche – mira tal vez te pedí que salieras conmigo demaciado pronto... Tu todavía no superas a Manigoldo y tal vez tome tiempo
– yo de verdad lo siento Minos
– te dije que no tenías que disculparte – volvía a repetir – pero será mejor que pienses las cosas si de verdad vas a ser feliz con alguien como yo o encontrarás a otro cualquier cosa yo estaré ahí para ti, y como tal las puertas de mi hogar estarán abiertas a tu regreso
– gracias – se apoyó en el pecho del mayor, el logro que entrara en calma cuando toda su cabeza estaba en un mar de tormenta, ese era el apoyo que necesitaba y tal vez el que si le hacía bien sería lo mejor tratar de aclarar las cosas unos momentos si al final el y el italiano no lo volvía amar, ya nada se podría hacer y buscaría la forma de olvidarse de él y así formar una familia con el noruego quien acariciaba su cabeza con cariño
– será mejor volver a dormir – dijo para recostarse al lado del sueco y abrazarlo, si era lo mejor de su vida en aquel momento, incluso llegó a imaginar cómo sería estar casado con el y tener a sus hijos corriendo por su hogar solo sonrió y devolvió el abrazo al mayor tal vez en otro momento seguiría pensando en ello.

Mia bella RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora