Capitulo 18

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Por qué tenía que ser arrastrado por el rubio, y sobre todo por qué tenía que el acompañarlo, se supone que eran enemigos el chico era el antiguo novio de Manigoldo y él era en nuevo, pero por encima de todo sus personalidades eran completamente opuestas, mientras el rubio saltaba alegremente de aquí para allá alegremente y comentando lo mucho que le gustaba todo, Albafica era más reservado, en parte verlo le causaba un poco de risa el chico era como un niño, llevaba sus bolsillos llenos con bolsas repletas de dulces y caramelos, en cierto modo le recordaba a Pefko su manera de ser, lo seguía acompañando más que nada por compromiso, aunque él no se comprometió mientras el rubio tomaba su mano para volver a arrastrarlo a un puesto de dulces nuevamente

- estos se ven más deliciosos - comento haciéndose agua la boca revolvió entre sus cosas en búsqueda de su billetera, encontrando que está ya estaba vacía - vámonos ya se me acabó el dinero - dijo con un puchero en su rostro lo que el sueco, le causo ternura y cierta risa, de verdad era un adulto

- que quieres - pregunto al rubio - yo los compraré

- no es necesario ya haces mucho acompañándome - dijo buscando que el otro desistiera de comprarlos

- vamos son solo dulces - comento - aparte la mayoría de los que has comprado, los he comido yo - esperando que aceptara de una vez y se dejará de hacer el difícil

- bueno - miró entre la variedad encontrando unos con forma de frutillas blandas - esos, se ven bien - señaló

- de verdad que eres tímido cuando quieres - dijo con cierta irritación, tomo una pala y una bolsa y lleno está de dulces de varios colores y sabores para después entregársela al rubio - listo eso era

- espera no son muchos

- así te durará días

- si - su rostro mostraba una linda sonrisa, y a la vez un un tímido sonrojo en sus mejillas, continuaron con su caminata donde ambos solo miraban al rededor, de repente Ruse escapaba para pegarse en una que otra vitrina a mirar trajes, joyas o todo lo que llamase su atención mientras Alba solo miraba como este se perdía en sus pensamientos a futuro, de como criaría a su hijo, cuando tuviera y como debía ser el padre perfecto para este.
La caminata se hizo larga, ya de vuelta caminaban por un parque cercano al edificio, solo basto un segundo que dejara al rubio solo para dar indicaciones para que lo empezarán a acosar, termino de hablar con el joven perdido y fue a salvar a Ruse, quien solo trataba de mostrar que no le importaba los piropos que le tiraban

- hey que creen que hacen

- mira, apareció una más buena - gritaron, logrando que Alba se la inflamada una vena

- que mierda dijiste - pregunto sin mucho ánimo de conversar

- vamos preciosura, no se enoje son solo cumplidos

- puedes meterte tus cumplidos por el ano - dijo con más rabia aún, solo Manigoldo tenía derecho a tratarlo de lindura - y si sigues hablando yo mismo te los voy meter, ahora largo - decía mientras tomaba a Ruse de la mano y se lo llevaba del lugar - no permitas que te insulten así

- estoy acostumbrado, no hay problemas

- no, te gritaron obscenidades - sin soltar la mano de este - eso no se lo puedes dejar pasar, es asqueroso

- gracias Albafica, no hay muchas personas que me defiendan como tú

- no es nada, ahora tengo que volver, quiero almorzar con Manigoldo

- si está bien - acepto con dudad, no quería que el sueco se fuera - podemos volver a salir juntos algún día

- claro, mañana tengo libre

Mia bella RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora