Capitulo 24

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Todo se detuvo en aquel momento, veía como la arma era apuntada en su dirección pero no tubo la fuerza para actuar por sí mismo y salir de la trayectoria de la bala que se dirigiría pronto a uno de sus puntos vitales, la policía por otro lado comenzaba a entrar rompiendo puertas, lástima que en aquel momento para el sueco no había salvación, cerro sus ojos con fuerza no podría ni siquiera despedirse del italiano, al final tampoco podría dar a luz a su bebé, sintiendo el miedo inundar su cuerpo y dejarlo inmovilizado pensó en todo aquello que quería vivir con Manigoldo y no podría ahora. Ya era tarde y ni la policía que acababa de entrar podría salvarlo cuando Hipnos soltó el gatillo. Algo choco en su costado Thanatos con su propio peso empujó con su cuerpo al menor quien cayó de lado al piso, sin poder reaccionar, fue hay cuando se sintió un sonido inundar la habitación y después como el de cabellos negros caía al piso herido.
El rubio fue tomado por los policías quien tras ver cómo disparaba al hombre no quedaba mucho que decir a favor, y ni pensar que era en defensa propia, de otro lado llego corriendo Ruse, quien desde que Manigoldo abandono Grecia estubo ayudando a Albafica, no era mala persona solo que el amor logra que la gente haga locuras por este. incluso fue él quien ayudo a encontrar el escondite de Ávido y muchas de las razones por las cual podía ser metido preso tanto como estafa, corrupción, fraude al fisco y el favorito de la corte intento de asesinato a su padre fue el más llamativo, fue raro su abogado defensor era Minos Griffin, quien desde su posición le hacía ojitos a Albafica y este solo evitaba.

Thanatos seguía en el piso y comenzaba a perder mucha sangre, no sabía que hacer, recién cuando recobro la compostura se levantó a auxiliarlo buscando lo que fuese que encontrará solo para evitar que la hemorragia se detuviera, las ambulancias llegaron y lo llevaron, se levantó con dolor en el cuerpo, acababa de recibir un golpe en el estómago que lo dejo sin aire, vio por la ventana como mientras el seguía peleando para levantarse los policías seguían llegando por todos lados, sintió una mano en su hombro, uno de los pocos policías con los cuales se llevaba bien Cardinal era un chico de su edad y rubio, lo ayudo a mantenerse en mientras Hipnos era sacado de ahí siendo agarrado por los demás policías para que no viviese a escapar, miró a Albafica y escupío en la cara de este con rabia  – prometo que te cargaré la vida, como tú se la cagaste a Luko y Pefko – entendía que su tío y primo no tenían idea a lo que el se dedicaba pero aún así, fue él quien creó tal desastre, y ni siquiera el sino que el primo de Manigoldo, se recargo en el hombro del rubio comenzó a pensar, que ya con esto solucionado tal ves si Manigoldo lo seguía amando se volverían a ver, y si es que este no había encontrado a alguien mejor, sonrió con amargura lo cual dejo extrañado al rubio
– crei que querías atrapar a Hipnos
– si era mi deseo – comento cojeando
– entonces, por que esa cara
– no se si volveré a ver al hombre que amo – saliendo del edificio – no sé si el siga enamorado de mi
– así que es eso, suena muy complicado, yo creo que solo debes - otro rubio con sus cabellos ondulados se abalanzaba arriba se Cardinal y besaba su mejilla, cuando Ruse entendió que él no estaría jamás con Albafica por qué este amaba a Manigoldo, fue Cardinal quien lo ofreció su mano, y a la misma vez su cama y mucho más entre medio así ambos comenzaron a salir cosa que les hizo bien ya tenía cuatro meses de embarazo, y sabían que el niño sería tan hermoso como ambos, y con un nombre no muy convencional, Afrodita, bueno si a ellos le gustaba que más daba
– no saltes así Ruse, le puede hacer daño al bebé
– que antipático eres solo, estaba alegre por fin todo termino, o no Albafica – decía con alegría el rubio menor
– si –que más decir, no todavía no acababa nada Manigoldo no había regresado de Italia y eso era el principal motivo por lo que puso su vida en peligro – tengo que ir al hospital el señor Thanatos me salvó y necesito saber que su vida no corre peligro – comento con cierta alteración en sus palabras
– bien yo te llevaré – desde lejos un castaño claro aparecía con un hombre de cabello negro quien cargaba a un niño de cuatro años en sus brazos, cual era muy parecido a al castaño

Mia bella RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora