the babysitter // larry [traducción]

"i need to go to school."

18. "Necesito ir a la escuela."

"Um, Harry. ¿Por qué hay un niño en la habitación de invitados?" Harry se despertó con Zayn sentado en su cama, preguntándole al muchacho sobre el Louis dormido que descansaba en la habitación frente a la suya.

"¿Qué?" Harry se detuvo, parpadeando para acostumbrarse a la luz que se filtraba por las cortinas transparentes que colgaban sobre la ventana grande en su habitación.

"Hay una persona en la habitación de invitados. Y no tengo idea de quién es él." Zayn explica lentamente, haciendo gestos aleatorios con sus manos.

"Mierda." Harry gimió, levantándose y diciéndole a Zayn que solo era un amigo suyo. Sacó unos pantalones de algodón de su armario y rápidamente se los puso, dirigiéndose a la habitación donde descansaba Louis.

Cuando entró, no se sorprendió de que Louis todavía estuviera dormido. Llegaron bastante tarde. Harry debatió si despertarlo o no, pero cuando miró el reloj de la pared y vio que eran las 9:30, decidió despertar al más joven.

"Lou." Sacudió suavemente el hombro del moreno, intentando apagar el sueño de sus ojos.

"Hey, Louis. Despierta." Harry levantó su voz ligeramente, ahora acariciando suavemente la mejilla del niño, apartándose cuando ve a Louis rodar, bostezando mientras parpadea vigorosamente.

"Dame dos minutos." Louis susurró, levantando las manos de Harry y colocando su cabeza en su regazo, acurrucándose, causando que los ojos de Harry se ensancharan. Empujó el flequillo del niño frente a sus ojos.

"Lou. Tienes que mandarle un mensaje a tu madre." Harry murmura, arrullando la cabeza de Louis de su regazo y levantándose.

"Ngh." Louis bosteza mientras se sienta derecho y descansa contra el marco de la cama, mirando aburrido a Harry.

"¿Qué día es?" Louis pregunta, con la voz saliendo áspera.

"Uh... es  3 de agosto." Harry revisa su teléfono antes de recitarle la fecha a Louis, cuyos ojos se abren de inmediato en pánico.

"¡No no no no no!" Louis se quedó sin aliento, con las manos subiendo para cubrir sus ojos mientras gemía de molestia. Recordó que obtenía sus resultados de los exámenes hoy y está lejos de estar emocionado.

"¿Qué hora es?" Louis pregunta, al instante picando su piel debajo de su parte superior de malla de manga larga. Gimió, tirando sin rumbo del material áspero hasta que se quedó sin camisa, ya se sentía mejor sin que el material se adhiriera a su piel.

Harry miró su reloj, diciéndole a Louis que eran cerca de las 9:40, aún con curiosidad por saber por qué el más joven estaba tan exasperado por la mención de la fecha.

Louis parpadeó. Luego se acurrucó de nuevo en la manta y la arrojó sobre su cabeza, sin querer enfrentar la realidad.

"Louis. Te dije que te despertaras, no voy a decirlo de nuevo." Harry dice, levantándose y dándole a Louis una última mirada.

Louis suspiró audiblemente, quitándose las sábanas de su cuerpo y levantándose, dándose cuenta de que todavía estaba vestido con la falda de la noche anterior, entendiendo por qué estaba tan incómodo.

Sin preocuparse por la decencia, se quitó la falda, lo que provocó que Harry se diera vuelta rápidamente y solo pudo ver al moreno vestido con encaje turquesa.

"¿Quieres que te traiga ropa cómoda para usar?" Harry pregunta, con la mirada todavía fija en la pared mientras intentaba evitar que el sonrojo subiera por su cuello y floreciera en sus mejillas.

"Sí, por favor." Louis responde, sentado en la cama mientras Harry camina hacia el armario, agarrando casi el primer paquete de ropa que ve y arrojándolos a la cama, saliendo rápidamente de la habitación con la cabeza gacha.

Louis se ríe de su evidente vergüenza, recogiendo la camiseta y los pantalones, teniendo que enrollarlos  un par de veces para evitar que se arrastren por el suelo. La camiseta era visiblemente demasiado grande, pero a él no le importó, se sentía mucho más cómodo que antes.

Salió, caminó por el pasillo y se encontró en la cocina, sentado frente a Harry con un plato de huevos recién hechos, deliciosos y revueltos, colocados frente a él.

"¿Harry?" La voz de Louis era pequeña cuando apartó el plato vacío, jugueteando con sus pulgares debajo de la pequeña mesa de madera.

Harry mira hacia arriba, tomando un sorbo de su café antes de bajar la taza, con las cejas levantadas en cuestión.

"Necesito ir a la escuela." Dice, mordiéndose el interior de la mejilla para calmar sus nervios. No pudo evitar pensar en cómo sus calificaciones determinarían su vida entera. Cómo un mal día podría costarle todo por lo que trabajó hasta ahora. Fue dramático, sí, pero así fue como se sintió.

"¿Qué, por qué? Pensé que tu semestre comenzaba en septiembre." Harry pregunta, recogiendo sus platos y los de Louis y caminando hacia el fregadero, enjuagándolos ligeramente y colocándolos en el lavaplatos.

"Así es, pero, um, tengo que ir a recoger mis resultados." Louis esperaba que Harry no lo enviara a casa. Preferiría recopilar sus resultados con Harry que con su madre.

"Oh, cierto. ¿Quieres que llame a Jay, o debería simplemente llevarte?" Harry pregunta, y Louis casi podría besarlo. Casi.

"¿Podrías llevarme? Le enviaré un mensaje de texto a mi madre diciendo que me recogiste de la casa de Niall y nos dirigimos a la escuela. No quiero que vea mis calificaciones hasta que la haya procesado por completo."

Harry se ríe, pero asiente, agarrando sus llaves y su billetera de una mesa cerca de la puerta. Louis rápidamente le envía un mensaje de texto a su madre, y ella responde "está bien... cuídate y dime cómo te fue". Se ríe de su manera de enviar mensajes de texto, pero le asegura que de todos modos lo hará.

Sigue a Harry y se mete en el asiento del copiloto de su auto, frotándose las manos pegajosas contra los pantalones, dejando escapar un suspiro tembloroso. No pudo evitar que el miedo nublara sus pensamientos mientras recordaba cuánto luchó durante su examen de matemáticas. En este punto, él simplemente estaba orando para que aprobara.

Antes de que lo supiera, Harry se había detenido en un lugar vacío fuera de su escuela, y estaba casi llorando, sintiendo que se le cerraba el pecho. Él no quería hacer esto. No creía que pudiera.

Cierra los ojos, respira hondo y sale del coche, caminando hacia el bloque de administración. Obtuvo muchas miradas confundidas y no entendió por qué hasta que sintió que sus pantalones. Estaba seguro de que algunas personas ni siquiera lo reconocían debido a la ropa de hombre de gran tamaño que llevaba puesta, lo cual era comprensible.

Sin embargo, los ignora, acercándose a la secretaria y diciéndole su nombre completo. Como resultado, recibió un gran sobre marrón, aceptándolo con manos temblorosas, con los labios fruncidos.

Y luego se desmayó.