#15- en coma

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                                     Welphys
Encontramos a Aída, en una de las cabañas que hace tiempo ya no usaba, pero que Ian si utilizó.

Aída se desmayó gracias a toda la sangre que había perdido, la llevamos a la nueva casa dónde nos quedaremos y un doctor curó su herida, pero ella permanece en coma, no despierta, no mueve ni un dedo, lleva así toda una semana.

Ian por otro lado escapó, está sola, todos sus hombres murieron, uno de ellos a manos de Aída.

- papi- la dulce voz de Ema, hizo que me volteara y ahí estaba ella, con su vestido azul, su sonrisa ya no estaba, hace días que no la veía sonreír- ¿mami todavía está dormida?.

- si mi amor, aún está dormida- ella bajó su cabeza haciendo que su pelo cayera a los lados de su carita, estaba triste, todos estábamos triste, hasta Susana volvió antes de tiempo en cuanto se enteró de lo que había pasado.

Observé cómo Ema se acercaba a Aida, tomando la mano de la misma y dejando un beso en ella, las lágrimas querían salir de mis ojos pero no me lo permití, no lloraría frente a Ema.

- Mami, ya pasó Navidad y tú estabas dormida, mañana es año nuevo y aún no despiertas, me prometiste que celebrariamos Navidad mami- Ema hablaba mientras las lágrimas abandonaban sus ojitos y yo ya no podía aguantar más, lloré junto a ella.

Aída se veía tan indefensa, su flaca figura postrada en esa cama, conectada a máquinas de las cuales depende su vida, la bala perforó su estómago y ella puede morir si no despierta pronto.

Me siento culpable, porque yo la traje a este mundo, si no fuese por mi, Ian no la hubiese tocado.

El doctor llega, acabando con el silencio que había en la habitación, nos pide que salgamos para así hacer su trabajo, tomo la mano de Ema y juntos salimos.

Habían pasado minutos que parecían horas, cuando el doctor se digno a salir, su cara permanecía inexpresiva, y eso me asustaba más, Ema ya no estaba conmigo, había ido a su habitación a dibujar, según dijo hará un dibujo para Aída.

- Señor - habló el doctor.

- ¿Que pasa Henry?.

- la señora está estable y su diagnóstico cada vez es mejor- una respiración profunda salió de mí, ¡Que alivio!- si sigue cómo va, pronto despertará, supongo que para la noche si su recuperación sigue, habrá despertado, pues solo está en una clase de shock y su cerebro intenta protegerse, por esa razón continúa en coma.

- entiendo.

- pasaré a verla está noche- el doctor se retiró a su habitación, pues por órdenes mías debe permanecer en mi casa, y si no quiere puede mudarse al cementerio.

Casi corriendo volví a la habitación de Aída y ella continuaba en la misma posición, sus ojos permanecían cerrados, estaba cada vez más flaca y eso me tenía preocupado.

Estuve un rato con ella, hasta que una idea pasó por mí mente, aún tenía tiempo, no estaba tan tarde, así que me levanté del sillón en el que estaba sentado y corrí a dar órdenes, llamé a unos cuantos hombres y les encargué lo que necesitaba, fui por Ema y le conté mi idea a lo que ella respondió con un abrazo y una sonrisa llena de alegría, esa sonrisa que tanta falta me hacía ver.

Pasé todo el resto del día en la habitación de Aída, limpié su cuerpo con paños húmedos y la vestí con un camisón azul cielo, su pelo no necesitaba ser arreglado pues permanecía perfecto. Susan estaba arreglando toda la casa, y con ello la habitación de Aída con todo lo que había mandado a buscar, cocinaba y arreglaba como loca, junto a su ayudante, la pequeña Ema.

Yo estaba feliz, el solo pensar que ella despertaría y se dibujaba una sonrisa en mi rostro.

- ya quiero verte abrir esos hermosos ojos princesa, te extraño, Ema te extraña, si la vieras, está feliz preparando una sorpresa para tí- besé sus nudillos- te amo tanto hermosa.

Un quejido resonó en toda la habitación, y otro más, era ella, sus ojos aún estaban cerrados y en su rostro se mostraban pequeñas muecas, que supongo serán de dolor, pero ¿ Por qué?, Movió una de sus manos lentamente, mis ojos permanecían en ella, tomé mi celular y llamé al doctor.

Sus  párpados temblaban, como si quisiera abrir los ojos y no pudiera.

- jefe- la puerta se abrió dejando ver al doctor, quién permanecía vestido formal, como todo doctor.

- se estaba quejando y movió su mano derecha- le informé.

- señor, ¿Puede salir por favor?.

Le di una última mirada a mi princesa y salí de la habitación.

Los nervios me comían, la última vez que estuve en esta situación fue hace 4 años con la madre de Ema, si, lo sé, todo lo que toco, lo destruyo.

Caminaba de un lado a otro, Susana y Daniels permanecían a mi lado en total silencio.

El doctor no salía, mis uñas estaban en peligro de extinción y el silencio era todo lo que había.

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Aquí chilling, escribiendo en la school.😂

Ily mis unicornios y Aliens.😍😘

Novia de un NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora