07; problèmes d'amour et rêves réalisés

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Sally's POV

Lunes, 6:00 de la mañana.
La gala había terminado.

— ¿Queda algo más por guardar? — Dije mientras guardaba la última butaca movible. Que noche más agotadora. Conocer a tanta gente famosa me puso nerviosa y estresada, además no paraba de pensar en aquel extraño suceso con el actor, ¿quién era verdaderamente? ¿que misterios guarda? ¿por qué es como es?

— Absolutamente nada más, al fin podremos ir a descansar. — Dijo Niall a mis espaldas, tomando mi cintura. — Te ves demasiado guapa con ese vestido. — Dejó pequeños besos en mi cuello. — No sabes las ganas que tenía de arrancártelo y hacerte mía en la sala de proyección. — Bajó a dar besos a mi espalda. Maldita sea, caliente de mierda, estaba demasiado cansada como para tener sexo.

— Niall, amor, sabes que me encanta hacerlo contigo y que gozo cada momento de ello pero estoy agotada, no dormimos en toda la noche y lo único que quiero es mi cama. — Sonreí levemente. — Además tu también deberías dormir, te ves cansado. — Niall hizo un puchero pero después de escuchar mis palabras asintió, me doy un casto beso en los labios y salió por el vestíbulo del cine.

— Te amo. — Dijo en modo de despedida, a lo que yo le respondí con una simple sonrisa. Mi relación con Niall no era la misma desde lo de Marie Jo, y ni siquiera sabía la razón pues él era un terrón de azúcar.
Entré a la pequeña casa haciendo absoluto silencio pues Lizbeth y Joe ya estaban en su quinto sueño, me dirigí hacia mi habitación y me lancé sobre la cama, menuda noche. Esperaba que esto no cambiara todo lo que es el cine pero vaya que estaba equivocada.

Harry's POV
Martes, 5:30 de la tarde.

Después del estreno todo fue increíblemente intenso, aún la película no salía para el público pero la prensa y la crítica se había vuelto loca con el simple echo de que "el olvidado Shoshanna había vuelto", algo que considero una estupidez pues obviamente yo fui la estrella esa noche, algo que me parecía extraño fue que nadie había notado mi ausencia mientras tenía mi travesía hacia el baño.
Me estacioné en aquel gigantesco edificio en el cual se ubicaba la oficina de Michael, no tenía ni puta idea para que me había llamado.

— Antes de que me digas algo, yo no he echo nada, ni siquiera he dado mi opinión de aquel cuchitril de cine. — Dije excusándome y absolviéndome de mis pecados de antemano. Cuando levanto mi mirada veo que Michael no estaba solo, junto a él estaba Karl Donovan, el mejor publicista de Los Angeles, era alguien mítico, digo, las mejores marcas del mundo se peliaban por tenerlo, es llamado el Andy Warhol de la publicidad, un artista en lo suyo.

— Chico, no te he llamado para reprocharte algo, al contrario ¡ha sido un éxito! Los críticos y la prensa te adoran, a ti y a tu "humildad". — Carcajeó haciendo comillas con los dedos, que mierda de hábito.

Fruncí el ceño. — ¿Humildad? Y ¿se puede saber por qué la prensa ama mi humildad? — Una risa con malicia salió de los labios de Michael.

— Verás, a mi buen amigo Karl y a mi nos ha surgido la idea de inventar una pequeña mentira, ya sabes como estrategia publicitaria. — Lo miré desconcertado. Que clase de estupidez se le ocurrió ahora a este pedazo de subnormal. — Explícale a nuestra estrella tu brillante idea, Karl. —

— Linda presentación Mike. — Rió y me tendió su mano para estrecharla. — Karl Donovan, un gusto. — Estrechó mi mano sonriendo. — Antes que todo, esto es extra oficial, no estoy trabajando contigo ni con Sony, es solo una idea, un favor que le hago a mi amigo. — Le sonrió a Michael. — Hemos dicho que fue tuya la idea de hacerlo en el Shoshanna, y la prensa lo amó, ade...—

Cinema. {hs}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora