anécdotas en el baño Ajeno

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Bueno capitulo siete de la tercera parte. ¿Me pueden dar media hora para ir al baño, darme una ducha y pensar en cómo estructurar esto? ¡Gracias!

Nota: si piensan que esto es sobre las masturbadas que he hecho y a quien se la he dedicado están equivocado.

Una hora después... XD.

Ahora sí, aquí habrá dos historias de la misma forma como lo he hecho en capítulos anteriores como: el capítulo cinco de la primera parte "la mala influencia", el capítulo siete de la parte mencionada: "novios por tentación", y el capítulo cinco de la segunda parte; "el callejón".

Comencemos. La primera historia sucede en el mismo lugar en donde narre el capítulo ocho de la segunda parte de la historia que titule "entre primo más que amigos". Con la diferencia es que aquí tenía doce años de edad. Iba a la casa de mi padre todos los domingos a visitar a mi familia, se había convertido algo frecuente hacerlo. Vivía una prima en esa casa que tenía la edad de 15 a 16 años en ese entonces, la cual fue la que ocasiono todo.

Una noche de domingo estaba en esa casa y al rededo0r de las seis de la tarde hubo un grupo que decidimos jugar al escondite y yo me postule para jugar. Al principio todo estaba normal como un juego inocente de niños, hasta que tuve la idea de esconderme en el baño de la casa; sin saberlo estaba ella en el retrete orinando, nos quedamos un poco sorprendido y ella me dijo:

- ¿Qué haces aquí?

Le respondí:

- Estoy jugando al escondite y me quise ocultar aquí.

- Es mejor que te ocultes muy bien, na vaya hacer que te descubran. Sabes, mejor bájate los pantalones.

Al decir eso, me quede un poco inmóvil, pero al percatarse que yo no hacía nada, ella se levantó del retrete, me bajo los pantalones y puso mi pequeño pene (en aquel entonces) y lo puso dentro de su vagina haciéndome un baile sexual y movimientos eróticos, con los cuales me estaba excitando y me fueron gustando a medida que lo fue haciendo.

Le confieso yo fui el que le quité la virginidad aquella chica ya que no fue la única vez que lo hicimos, cada fin de semana que iba a la casa de mi padre, me sentaba junto a ella, podía una almohada encima de nuestras piernas y por debajo pasaba su mano y me empezaba a masturbar, por mi parte lo disfrutaba y lo que hacía era seguirle aquel juego de la masturbación que duramos haciendo un par de semana, metiendo mi dedo del medio adentro de su vagina, que provocaba reflejos en sus ojos, cara de perversión y excitación.

Después de dos meses de seguir con ese juego, decidimos dar el gran paso. Una tarde nos encontrábamos viendo televisión en el cuarto de ella; nos encontrábamos solos, en la casa se encontraba un tío con su esposa y mi hermano menor que vivía en ese momento. pasado varios minutos, decidimos tener sexo en la cama de ella; se quitó la blusa azul que tenía en el momento junto con el sostén rosado, se bajó el Short verde y su braga blanca quedándose desnuda; en mi lugar me quite el pantalón y mi ropa interior. Agarro mi pene mientras le besaba los senos, la introdujo en su vagina que estaba mojada lista para penetrar. Metió mi pene con suavidad en su vagina y empiezo a moverse lentamente, cerraba los ojos para disfrutarlo más y yo con una risa de pendejo sin creer lo que estaba sucediendo. Todo terminaría cuando mi hermano sin querer entro al cuarto y nos vio teniendo sexo; se sorprendió y de inmediato grito: ¡TIO... ACA ESTÁN TENIENDO SEXO! Enseguida ella saco mi pene de su vagina y nos arreglamos respondiendo que era mentira al mismo tiempo, nos quedamos mirando, con el corazón acelerado.

Recuerdo que ese día fue la última vez que tuvimos sexo ya que nos atacaba el temor que alguien nos fuera a descubrir en el acto dejando así solo en nuestras memorias aquellos encuentros sexuales que hacíamos.

La segunda historia, sucedió hace un par de meses atrás, conocí una chica algo tímida, de pocas palabras, pero con una gran mentalidad.

Todo inicio con un hola y termino con un: "si, papi dame más, que rico!

Estudiábamos en la misma universidad, entonces me le acerque, me presente y desde allí comenzó una pequeña amistad. Después de varias semanas de estar hablando decidí dar el siguiente paso. La invité a salir a un parque cercano a la universidad, después de un par de minutos hablando me atreví acercarme hasta que le pude darle un beso que lo cambiaria todo.

Una supuesta relación con esa chica comenzaría, la empecé a querer a medida que fuimos estando en confianza y en nuestro amor de "novios".

Para no alargar más el capítulo, después de un par de semana tuve el valor de agarrarle por primera vez los senos, al inicio tenía un poco de pena, pero se fue acostumbrado a los días que lo hacía.

Una tarde, después de tener varias semanas, casi el mes de relación la convide a que me acompañara a la casa de unos amigos en donde nos íbamos a encontrarnos con varios chicos para practicar unas cosas, acepto y alrededor de una hora llegamos a la casa del encuentro. Se las presente, nos pusimos hablar un rato. Al pasar los minutos, esperando a los demás chicos (ya que en ese momento nos encontrábamos tres de los 7 que estaríamos), la chica tuvo ganas de ir al baño y me dijo que la acompañara, con gusto lo hice, me agarro mi mano y me empujo con ella adentro, le puso seguro a la puerta y me empezó a besar. Puse las manos sobre su cintura y la fui subiendo juntos con su suéter negro que tenía puesto hasta que logre quitárselo dejándola en pantalón y en su sostén azul claro, la puse de espalda, le empecé a besar el cuello y con una sola mano le desabroche el sostén; ella me facilito el trabajo porque se terminó de quitar el sostén, dejando su pecho al desnudo y con una gran posibilidad de besarle sus pequeños, pero lindos senos que tenía, oportunidad que obviamente no desaproveche. Me senté en el retrete, la acerqué y la empecé a besar tocando sus senos y masajeándolo con suavidad. Después baje y sus senos la lengua le pase, con suavidad, pasión ella fue gimiendo por la tentación, después ella me levanto, me desabrocho mi pantalón, saco mi pene y me empezó a masturbar, sentándose en el mismo retrete una paja rusa me empezó hacer, por los senos pequeño no le salió como ella lo esperaba, pero valió el gran y hermoso intento que hizo. Se puso de pie, los besos siguieron, mi mano derecha se fue adentrando por su pantalón, hasta llegar a su vagina que trate de masturbarla, pero estaba algo apretado y ella lo notaba que se desabrocho el pantalón y me facilito un poco más el trabajo. Cuando ya estábamos tan excitado, listo para tener sexo, mi amigo dueño de la casa toca la puerta del baño diciendo: "busquen cuarto que ha personas que también necesitan el baño", que nos hizo volver a la realidad y darnos cuenta en el lugar donde estábamos; nos arreglamos de rapidez y hasta no estar completamente como estamos no salimos de aquel baño, antes de salir en su totalidad, me dio uno que otro beso y me dijo: "lo que venía era la chupada de tu pene y de pronto algo más". Quede un poco sorprendido y con ganas de seguir, pero después que mi amigo nos espantó aquella excitación ya no teníamos las mismas ganas.

Disfrutamos la reunión de esa noche y semanas después terminaría con ella, dejando aquel recuerdito erótico en aquel baño ajeno que tuvimos aquella noche.

Con estas dos historias quiero que tenga algo pendiente, que no vale el lugar si no las ganas que tenga uno del otro y el baño puede ser un gran testigo de las travesuras. Conozco anécdotas de sexo en baño de avión, baños públicos e incluso baños portátiles y no crean que es incómodo, solo basta de como sepan utilizar el espacio que el baño tenga y tener un buen sexo entre amigos, entre novios, conocidos o incluso entre primos.

El coleccionista de sex nudes 3: y para terminar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora