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/tyler's pov/

sonó el timbre que indicaba que era hora del receso.

todos empezaron a guardar sus cosas antes antes de que la maestra si quiera acabara de hablar.

"no se olviden de la tarea. sí, le hablo a usted señor urie"

"margaret" respondió el azabache que había llegado con diez minutos de retraso al aula, llevándose una mano al pecho "¿alguna vez te he decepcionado?"

"no hay ocasión en que no lo hagas" dijo simplemente y tomó sus cosas para salir de ahí.

"adolecentes" se le escuchó decir antes de retirarse.

"oye" una voz habló tras de mí, pensé que era ryan pero me llevé otra sorpresa "tyler, ¿no?"

asentí, con los ojos muy abiertos al ver a aquella chica vestida de animadora frente a mí.

"escucha, sé que eres nuevo" empezó, planchando ligeramente su falda roja con sus delicadas blancas manos "así que dejaré pasar lo que sucedió hoy si me invitas a salir algún día"

parpadeé, ligeramente sorprendido por su confiada actitud.

"jenna, no te aproveches de él"

"no estoy aprovechándome, ryan" lo miró de mala gana "sólo estoy invitandolo a salir" sonrió como niña pequeña.

"en realidad te estás auto invitando, y además, ¿no te importa el hecho de que ty no haya sido enumerado todavía?"

volteé a ver a ryan con un dilema en mi cara, dios, aquí todos parecían hablar en códigos.

¿enumerado? qué diablos era eso.

"no tengo duda en que será un primero" dijo firmemente, ofreciéndome una sonrisa antes de marcharse caminando como toda una modelo de pasarela.

"quién lo diría, le gustas a la abeja reina"

"ryan, no entiendo la mitad de lo que dices"

"es lo que todo mundo me dice" hizo un puchero triste, recomponiéndose al instante y halándome del brazo "¡pero anda hombre, se acabará la gelatina en la cafetería!"

y aunque no se notara, me encontraba demasiado intrigado sobre aquel lugar del que tanto había escuchado.

mi primera vez pisando la cafetería de una escuela, no sabía si animarme o asustarme.

no me consideraba una persona impaciente, pero mi primer panorama al ingresar a aquel lugar fue una fila de unos cincuenta estudiantes esperando a ser atendidos, de pronto la cafetería no parecía tan interesante.

luego de veinte minutos ryan y yo teníamos nuestras respectivas bandejas.

"¿p-podemos comer afuera?"

ver a las personas abarcando todas las mesas y caminando apresuradamente empezaba a generarme un malestar de encontrarme encerrado.

"claro, ty" sonrió tranquilizadoramente.

por suerte, el instituto contaba con amplias zonas verdes por lo que no se nos dificultó encontrar un lugar disponible.

ya instalados en una mesita bajo unos árboles que generaban sombra, ryan empezó a hablar.

"¿listo?"

asentí, no muy seguro de lo que se venía.

"todas los lugares tienen una historia por más ridículo que suene, pero es algo natural, cómo si las personas necesitaran hechos para tener el poder de juzgar algo, y éste instituto no es la excepción"

emotionless | joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora