emotionless | joshler

08

/tyler's pov/

"¿qué pasa si defiendo a un cuarto?" pregunté interesado.

"te conviertes en uno de ellos"

habíamos empezado a caminar por los jardínes, cerca de donde se encontraban los primeros y segundos.

"no puedo creer que exista algo tan estúpido"

"mira, personalmente, prefiero mantenerme alejado de los cuartos y te lo recomiendo también a ti"

abrí los ojos cómo platos ante su confesión, me interrumpió antes de que pudiera decir algo.

"pero créeme, no es por algo superficial, es sólo que... ellos sufren mucho en esta escuela"

la voz de ryan tembló al decir lo último.

"¿a qué te refieres?"

"viven en un infierno, hay personas cómo dallon weekes que se encargan de recordárselos todo el tiempo"

"¿dallon?"

"el chico alto de la clase"

mi mente se dirigió a lo que había sucedido en el salón de clase ésta mañana, la imagen de dallon apareció reconociéndolo al instante entre aquel grupo de estudiantes.

y también la imagen de alguien más.

nos dirigimos a los casilleros, a donde supongo, iríamos por nuestras cosas para la siguiente clase. ya frente a estos me armé de valor para hacer la siguiente pregunta:

"¿quién era el otro?" mi voz fue tan baja que temí que ryan no me hubiera oído.

pareció pensarlo un momento.

"un cuarto"

rodé los ojos, golpeando levemente su hombro.

"¿su nombre?"

ryan sonrió con malicia, entrecerrando sus ojos.

sin quererlo, ya me encontraba levemente sonrojado.

"olvídalo" entorné los ojos.

le di la espalda para dirigirme hasta mi casillero, lo cual era muy cómico ya que se encontraba junto al de él, con uno de por medio que los separaba.

estaba sacando mi libro de historia cuando un golpe en el casillero de al lado me sobresaltó.

"disculpa, no quería asustarte"

un chico de aproximadamente mi estatura completamente vestido de negro, cabello teñido rojo, ojos café claro y rostro aniñado estaba intentando abrir su casillero dándole golpes con un gran libro.

"uh, no creo que funcione así cómo lo estás haciendo " comentó ryan del otro lado, perplejo.

"¿tienes una mejor idea, segundo? ya intenté con mi llave y, ¡tampoco abre esta maldita cosa!" dio otro golpe a su casillero pero esta vez con una manzana que quién sabe de donde sacó, al instante ésta convirtiéndose en puré sobre el metal color rojo.

"vaya, que asco" comentó el pelirrojo, viendo como la masa se desprendía y caía al suelo provocando un "plash"

al instante, éste se empezó a reír a carcajadas cómo si no hubiera un mañana mientras se iba de ahí caminando por el pasillo donde lo perdí de vista, ryan y yo nos observamos de una manera que no sabría cómo explicar, ¿confundidos, divertidos, tal vez asustados?