ENTRE EL AMOR Y EL ODIO SOLO HAY UN PASO

CAPITULO 4 EL PLAN

La clase avanzo sin ninguna dificultad, Helga continuo portándose muy amable con Arnold y este recibía cada coqueto de la rubia con buen agrado, el tema de que el tal Victor Scheck estaba en la escuela paso a segundo término y pronto los rubios lo dejaron de largo hasta que...

-Hola hermosa –Dijo acercándose a la rubia quien estaba cerrando su casillero

-¿Qué se te ofrece? –Estaba acostumbrada a tratar con ese tipo de personas, por lo que no le era difícil lidiar con ellas.

-Me preguntaba si te gustaría ir por un helado conmigo, sé que no te negarías ¿Verdad? –Dijo sonriente mientras acorralaba a la rubia en el casillero impidiéndole salir o quitarse.

Helga sonriente no hizo absolutamente nada, simplemente sonrió maliciosamente mientras lo miraba a los ojos, pero en aquel momento Arnold llego a donde estaban y antes de que ella pudiera responderle, el cabeza de balón hablo.

-¿Te está molestando, Geraldine?

La rubia volteó a ver a Arnold, quien no entendía porque se había molestado a ver a Victor tan cerca de la rubia, pero simplemente ella sonrió aún más y miro a Victor un momento más antes de responder.

-Realmente no me estaba molestando, Arnold –Dijo tranquilamente –El simplemente me estaba invitando amablemente un helado, pero desgraciadamente hoy no puedo –Dijo la rubia fastidiada pero divertida por la actitud del rubio –Así que con permiso –Dijo saliendo por debajo del joven y se fue inmediatamente a la salida.

-Creo que será mejor que no te metas en mi camino, niño

Arnold miro molesto al joven pelinegro, quien simplemente sonrió burlonamente antes de dar media vuelta.

-Oye –Dijo molesto acercándose -¿Eres familiar de Scheck, de Industria futuro?

El joven sonrió aún más –No sé de qué me hablas, nos vemos, cabeza de balón

El rubio lo vio con desconfianza y molestia "Como se atreve a llamarme así...solo una persona..." pensó recordando a cierta rubia que había extrañado durante años; pero no agrego nada más y dio media vuelta después de unos segundos y también se dirigió a la salida.

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La joven oriental estaba en casa deprimida, su exnovio ahora, la había terminado de una manera poco amable, realmente se encontraba desconsolada y lo que era peor aún, desde que Helga se había ido de Hillwood, ella no había tenido ninguna amiga como ella y por lo tanto se sentía más sola que nunca.

La beca que le habían ofrecido para estudiar en la mejor universidad de Japón, la había rechazado realmente lo hizo porque Gerald, siempre se mostraba molesto cuando ella iba a clases extras o buscaba algo nuevo que a ella realmente le agradaba, simplemente no lograba entenderlo, por lo que ella simplemente pensó que podría triunfar donde fuera, siempre y cuando Gerald estuviera ahí, ahora se daba cuenta que ella no debía depender de nadie.

Desgraciadamente nadie nace aprendiendo y ella tuvo que aprender de una manera muy dolorosa, perdió esa beca por seguir una falsa ilusión, se quedó atada abandonando sus sueños por...nada

Tomo la fotografía de una pequeña rubia quien ese día había accedido a salir en esa foto sonriente abrazándose a Phoebe.

-Helga... -Murmuro acariciando el rostro de su amiga tiernamente, la recordaba con mucho cariño y realmente la extrañaba.

En ese momento el timbre de su casa resonó, por lo que lentamente y sin ánimos la oriental bajo para ver quién era, abrió la puerta y entonces la vio...