CAPITULO 12 UN SAMARITANO SEDUCTOR II

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CAPITULO 12 EL INFIERNO

Cuando se es joven no se piensa, cuando te enamoras te pierdes ¿Cuál es la diferencia cuando ambos momentos se juntan? En realidad solo te vuelves más irracional que de costumbre, porque cuando somos personas jóvenes normalmente actuamos antes de pensar cuando estamos en momentos de adrenalina y cuando estás enamorado nunca se razona las cosas porque solo dejas llevarte por el momento maravilloso que estas teniendo.

El amor es el sentimiento más poderoso que existe, es un sentimiento que no se mata tan fácilmente, cuando hay un lazo fuerte que une a la persona enamorada es algo complicado no volver a renacer aquel sentimiento que se sintió sobre todo si no se mató por completo ¿pero es imposible dejar de amar? Claro que no lo es, puedes volver a amar ¿Otra vez? Claro que sí, pero nunca será con la misma inocencia, intensidad, ilusión que cuando fue tu primer amor.

¿La obsesión al amor? La verdad es que también hay una línea delgada entre estos dos sentimientos pero ¿Quién no está en algún momento obsesionado con la persona amada? Es obsesivo estar pensando todo el tiempo en el ¿No lo creen? Pero cuando la obsesión no es sana entonces, es cuando esto pasa a ser un verdadero infierno y peligroso para la otra persona.

H.G.P.

Iban sentados en el automóvil de Mary quien venía al frente con Gerald quien conducía por la pequeña carretera que iba directo a la casa del lago que estaba en uno de los pequeños estados cercanos a Hillwood, fue una de las pocas propiedades que le quedaron a la rubia, ya que era de Miriam por lo que Bob no tenía derecho a estas ya que el matrimonio había sido por bienes separados y este había sido heredado a Miriam cuando aún estaba soltera.

-Oigan –Gerald corto el silencio que los había invadido, incómodo para los de enfrente pero para los de atrás... Arnold aun sostenía la mano de la rubia entre sus dedos, era de una piel tan suave y aterciopelada como la de... -¡Hey chicos!

Arnold se sonrojo y por un momento pensó en soltar la mano de Geraldine pero esta no parecía molesta al contario también la vio sonrojarse fuertemente al percatarse de su mano sobre la de ella.

-¿Qué...que pasa?

-Mary ya no tiene pila en su celular y realmente –Dijo tratando de sonar normal, no quería parecer un perdedor frente a Mary por estar preocupado por avisarle a sus padres –Necesito enviarles un mensaje a mis padres

-Si yo también lo necesito hacer –Geraldine rodo los ojos pero no dijo nada y sintió una horrible pulsada al sentir la mano de Arnold alejarse de la suya pero tampoco dijo nada, este se buscaba su cel. pero... -¡Oh no!

-¿Qué ocurre Arnold?

-Creo que deje mi celular en mi casillero

-Grandioso hermano

Mary sonrió divertida ante la preocupación de los jóvenes.

-¿Geraldine tienes tu celular para...? –Arnold puso esos hermosos y encantadores ojos que tanto le derretían, era increíble ¿Cómo diablos sabia como pedirle las cosas? Mejor dicho ¿desde cuándo se había dado cuenta de cómo tratarla? Lo cierto es que ya llevaba días cayendo en esa adicción de no poderle negar nada como antes...como si aún...no...no.

-No sé si tengo saldo aun, Arnold

-¿Puedo...?

Ella lo miro algo fastidiada pero debía asegurarse de que nada interfiera con sus planes –Bien pero por favor... no menciones que vamos a la casa del lago o que yo voy, o Mary nos escapamos nosotras ¿recuerdas?

-Bien –Dijo Arnold sonriéndole con amabilidad para tranquilizarla, mientras Mary maldecía por dentro.

Arnold envió un mensaje tanto a su madre como al padre de Gerald para que estuvieran tranquilos, les decía que habían salido de fiesta con unos amigos (lo que sucedía muy de vez en cuando) últimamente no pero que deseaban salir, se quedarían en casa de ellos y volverían temprano el domingo, al menos pensaban que estarían todo el fin de semana en aquella casa de lago o al menos eso Mary había dicho.

ENTRE EL AMOR Y EL ODIO SOLO HAY UN PASODonde viven las historias. Descúbrelo ahora