Capítulo 1: Comienzo extraño.

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Vale, como en toda historia supongo que quieren conocer a la protagonista y en este caso esa soy yo, mi nombre es Alyson y tengo 15 años actualmente, tenía una vida como cualquier otra chica pero una noche algo pasó y bueno... Aquí estamos, pero antes de todo eso empecemos por el principio ¿De acuerdo?
Hoy es viernes, las clases por fin han terminado y el fin de semana ha iniciado por lo que me encuentro saliendo de la escuela con rumbo a comprar un helado debido a que quería algo dulce y hablando de dulces, recordé que había olvidado algo o a alguien más bien.

Melisa: ¡ Alyson! Creí que me esperarías...

Alyson: Lo siento, te olvidé completamente...

Melisa: Andas distraída ¿No?

Alyson: Si...

Melisa: ¿Enamorada de algún chico?

Alyson: Sabes que no, solo pensaba en que sabor de helado elegir...

Melisa: Que bien, porque odiaría compartirte con alguien más...

Alyson: Celosa... ¿Qué hay de ti? ¿Te gusta alguien?

Melisa: Podría decirse que si... Tiene lindos ojos y cuando sonríe es...

Alyson: Ya entendí soñadora, ¿Tiene un nombre?

Melisa: Es un secreto.

Alyson: Soy como tu hermana.

Melisa: Y es por eso que no te lo puedo decir.

Bueno, supongo que Melisa se iba a guardar el asunto de su amor platónico por un tiempo más y en vista de que no le iba a sacar el nombre por ahora, decidimos seguir nuestro camino juntas hasta la heladería donde compramos nuestros helados.

Bueno, supongo que Melisa se iba a guardar el asunto de su amor platónico por un tiempo más y en vista de que no le iba a sacar el nombre por ahora, decidimos seguir nuestro camino juntas hasta la heladería donde compramos nuestros helados

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Mi Meli se veía bastante feliz por lo que yo también estaba feliz así que con nuestros helados en la mano ambas empezamos el camino hacia casa pero en el trayecto un leve dolor en mi cabeza se hizo presente.

Melisa: ¿Estas bien?

Alyson: S-Si... Estoy bien, creo que lo comí demasiado rápido.

Melisa: Eso parece, tómatelo con calma.

Alyson: Claro...

Al llegar a casa ambas ya habíamos terminado nuestros helados pero debido a que nos habíamos tardado un poco en comerlos estos se habían derretido un poco en nuestras manos que se encontraban pegajosas así que luego de haberlos lavado las manos en el baño fuimos a la sala donde mi mamá se encontraba revisando algunas cosas de su trabajo y nos saludó a ambas.

Mamá: Hola niñas, ¿Que tal la escuela?

Melisa: Creo que bien tía.

Tía: Me alegro por ustedes...

Antes de que se confundan más, Melisa y yo no somos primas en realidad y mi mamá tampoco es tía de ella, simplemente nuestras madres han sido mejores amigas desde... Siempre y pues ambas crecimos juntas casi como hermanas así que ahí el motivo que nuestra relación sea tan cercana.

Aprendiendo a ser un chico... (Pt. II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora