Capitulo 29: Solo tres cosas

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A diferencia de ayer, hoy mi día está siendo bastante aburrido ya que mi hermano salió y estoy sola... O más o menos ya que mi madre está en casa viendo algunas cosas de su trabajo en su habitación así que no pudiendo más con el aburrimiento y tras haber perdido muchas partidas en línea, decidí salir de mi habitación y dirigirme a donde mi mamá se encontraba.

Daniel: Hola ma...

Mamá: Hola hija.

Daniel: ¿Que haces?

Mamá: Revisando algunas cosas del trabajo... ¿Cómo estás tú? ¿Todo bien?

Daniel: Si eh... Más o menos...

Mamá: ¿Y que hay de Melisa?

Daniel: Pues no hemos hablado últimamente...

Mamá: Tarde o temprano lo harán, ustedes dos no soportan estar separadas por mucho.

Daniel: Si, creo que tienes razón... ¿Me das permiso de salir con un amigo?

Mamá: Si claro, no hay problema... Sólo no vuelvas muy tarde.

Daniel: De acuerdo.

Con esto dicho, salí de la habitación de mi madre para ir a la mía donde me recosté en mi cama y tomé mi celular para de entre mis contactos encontrar el teléfono de Luis a quien le marqué y me puse a esperar si contestaba para ver si es que tenía ganas de hacer algo... Además que de paso podía contarme cómo le fue con Gabriela.

Llamada con Luis...

Daniel: ¡Hola!

Luis: Hola...

Daniel: ¿Quieres jugar? Me está llendo mal...

Luis: Gracias pero no tengo ánimos.

Daniel: Luis... ¿Estás bien?

Luis: Si, estoy bien...

Daniel: Luis... ¿Que pasó con Gabriela?

Luis: Me dijo que no y... Quiere que estemos alejados un tiempo.

Daniel: Mierda...

Luis: Si... Lo mismo pensé.

Daniel: ¿Quieres que vaya a verte?

Luis: Gracias pero quiero estar sólo... Iré a la playa o algo.

Daniel: ¿Seguro?

Luis: Si... Estaré bien.

Daniel: Ok amigo...

Fin de la llamada...

Wow... Pobre Luis, realmente estaba ilusionado con Gabriela.
¿Que estará haciendo el ahora? Tal vez debería ir a verlo, si a mí me pasara eso me gustaría que un amigo estuviera a mi lado... Ay Melisa...
Tomé una casaca que estaba en mi armario y salí de mi casa hacia la playa, Luis no tiene muchos lugares favoritos que sean solitarios por lo que se me ocurre un lugar en el que podría estar, ese extaño muelle de rocas que hay en la playa.
Dijo que iría a la playa así que es el mejor lugar donde se me ocurría buscarle.
Al cabo de unos 20 minutos ya había llegado a la playa y a lo lejos veía el muelle de rocas que se iba adentrando al mar, no soy muy bueno con las medidas pero diría que media unos 30 metros.
Antes de ir hacia allá compré dos juegos en una tienda ya que de seguro tendría sed, al empezar a caminar por el muelle noté como estaba mojado como siempre pero ya con todas las veces que había seguido a Luis hasta acá supongo que tendría algo de práctica para no caerme.
Al llegar a la separación de un metro y algo la salté con cuidado de no caerme y me puse al lado de Luis quien se encontraba tirando piedras al mar.

Aprendiendo a ser un chico... (Pt. II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora