Capitulo 13: A la distancia

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Después de haber terminado nuestras bebidas, nos retiramos de la cafetería y empezamos a caminar por al menos 10 minutos antes de llegar a la tienda de disfraces en la cual estando ya adentro empezamos a caminar por los pasillos viendo la gran variedad de opciones que habían para elegir, desde clásicos monstruos hasta personajes más recientes.

Daniel: ¿Ya has pensado en que usar?

Melisa: No, siento como si cada año fuera más dificil escoger un disfraz.

Daniel: Lo sé...

Melisa: ¿Y que hay de ti? ¿Alguna idea?

Daniel: Nada...

Melisa: Entonces vayamos a ver los disfraces, de seguro alguno nos llama la atención.

Melisa rápidamente me tomó de la mano y empezamos a recorrer rápidamente muchos pasillos donde habían cosas de decoración, accesorios para los disfraces como pintura y sangre falsa hasta que llegamos a la sección en la que se encontraban los disfraces para adolescentes donde esperábamos encontrar algo que pudiera gustarnos para mí y también para ella.

Melisa rápidamente me tomó de la mano y empezamos a recorrer rápidamente muchos pasillos donde habían cosas de decoración, accesorios para los disfraces como pintura y sangre falsa hasta que llegamos a la sección en la que se encontraban los disfr...

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Melisa: Bien... Hay muchos...

Daniel: Si... ¿Que dices de la vampiro?

Melisa: No me gustan los vampiros...

Daniel: ¿Caperucita roja?

Melisa: Puede ser...

Daniel: Espera, ¿Recuerdas cuando en 6to de primaria hubo esa obra de teatro?

Melisa: ¿La Cenicienta? Si, lo recuerdo.

Daniel: ¿Y recuerdas que papel tenías?

Melisa: El de un ratón...

Daniel: Ajá, ¿No te gusta la idea de revivir viejos recuerdos?

Melisa: De hecho... Creo que estaría bien.

Así que con el disfraz elegido para Melisa, ambas empezamos a buscar entre todos los estantes que habían hasta que elevando la mirada, nos dimos cuenta de que el disfraz de Melisa se encontraba casi en lo más alto, como a dos metros de altura y por más que saltara no lograba alcanzarlo por muy poco así que tuve una idea, iba a tomar a Melisa por la cintura e intentaría alzarla, con suerte ella lograría alcanzar el disfraz.

Melisa: Mas te vale no dejarme caer...

Daniel: Tranquila, estás en mis manos... Literalmente.

Con algo de dificultad logré cargar a Melisa lo suficientemente como para que pudiera tomar el disfraz y una vez estando este en sus manos la bajé hasta el suelo sana y salva por lo que seguía buscar el disfraz que yo iba a usar aunque de hecho con todo esto se me ocurrió una idea.

Melisa: Genial, ¿Ahora que podrías usar tu?

Daniel: Se me ocurrió el zorro.

Melisa: ¿El zorro? Hostia tío me mola la idea.

Aprendiendo a ser un chico... (Pt. II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora