aftertaste

17 | witnesses.

[ Capítulo diecisiete ]
Testigos.

     
   Habían pasado seis días desde que Jacob escucho decir a Bella que su impronta regresaría a Suiza el fin de semana.
   Seis días en los que el moreno solo aparecía en la mansión para preguntar si necesitaban algo, o de lo contrario iba Leah en su representación por la noche, y a pesar de buscar a Emma para verificar su estado, no había podido coincidir con ella, solo recibía una disculpa de Bella, diciendo que se había marchado de la mansión, incluso hubo un día en el que no supieron de ella.

   Los primeros dos días Emma intento hablar con Jacob, explicarle lo que había sucedido, fué a su casa y lo interceptó en la reserva mientras hacia vigilancia, Necesitaba decirle que estaba equivocado y no era lo que estaba pensando, pero solo obtenía una respuesta: el rechazo.

  En verdad no quería saber nada de ella.

   Para el tercer día ella ni siquiera volteo a verlo, Emma era una mujer demasiado orgullosa, y por Jacob no haría una excepción, lo había intentado, no dos, ni cinco veces, fueron dos días completos en los que intentaba de todas las formas posibles hablar con él.

  Pero al tercer día dejo de hacerlo, y a partir de ese momento se unió más a Bella.

   Sospechosamente para Edward, ambas inmortales salían con demasiada frecuencia, de las cuales regresaban e inmediatamente se iban a la casa de la neófita un par de horas antes de ir a la mansión y fingir que nada malo sucedía, inicialmente pensó que estaba apoyando a Emma en esta situación, siendo una buena amiga con quien pudiese hablar acerca de Jacob y llorar.

   Sin embargo descarto esa idea cuando ambas llegaron a la mansión en total silencio, directo a la habitación vacía de Alice y se encerraron más de dos horas.

  Y desde ese día perdió acceso a los pensamientos de Emma, sabía que su esposa era la responsable de ese bloqueo, sin embargo no tenía idea del motivo y Bella evadía el tema de conversación.

   Emma había dejado de vivir en la mansión, y su alimentación nuevamente se basaba en la cacería.

   No había puesto un pie en la casa de Jacob en tres días, ni siquiera había ido por sus cosas.

   El vampiro abre la puerta principal al ver a Jacob bajar de su motocicleta y avanzar hacia él.

— Cullen, ¿Todo bien? Nunca sales a recibirme.

— Es porque no te odio como antes.

   Niega con una sonrisa, estrechando sus manos.

   Los ojos de Edward viajan al auto negro que se estacionaba frente a ellos, tras la motocicleta del moreno.

— Ah ya veo, en realidad has venido a recibir a tu esposa.

— Pequeño detalle—voltea con una sonrisa que de borró en segundos al ver la puerta del copiloto abrirse y Emma salir con sus lentes de sol puestos.