05 | How was I going to tell you that you were my partner?

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[ Capítulo cinco ]¿Como te iba a decir que eras mi compañera?

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[ Capítulo cinco ]
¿Como te iba a decir que eras mi compañera?

     La noche no tardó en llegar a Forks, y con ello alertaba a los chicos a vigilar con más detalle los alrededores de la mansión, los lobos daban frecuentes rondas por el bosque y de vez en cuando regresaban a la casa para verificar que todo se encuentre bajo control.
   Emma caminaba de un lado a otro, viendo por los grandes ventanales que no se acerquen más de lo debido, y de vez en cuando buscaba a Jacob con la mirada para asegurar su bienestar.

    Voltea hacia Bella una vez más, solo al dormir la veía tranquila, relajada y sin sufrimiento, a excepción de esas ocasiones en el bebé pateaba con fuerza su costado y la despertaba de un brinco.
   Desde que su cuerpo comenzó a aceptar la sangre, su rostro se veía con un poco más de vida, aunque eso no eliminaba la tristeza que llegaba a sus ojos al escuchar como el teléfono sonaba una y otra vez todos los días, Charlie no había dejado de llamar desde hace una semana, y eso solo provocaba lágrimas de Bella y un terrible sentimiento de culpa al tener a su padre en ese estado.

   Los ojos Emma pudieron ver como un lobo negro se encontraba escondido entre los árboles, intentando pasar desaparecido para ellos, sostuvo la mirada hasta que retrocedió y a los segundos una Leah humana se sienta en la entrada de la mansión.

   Pudo percibir su aburrimiento y mirar de un lado a otro en busca de su hermano.

  Dudosa, da una mirada rápida a su amiga y camina hacia Leah.

— ¿No quieres pasar?—pregunta tras ella.

— No, apesta a sanguijuelas ahí dentro—responde sin mirarla.

— Solo estoy yo descuida, ven ayúdame a cocinar algo.

— No le cocinare a esos idiotas.

— ¿Acaso dije que sería para ellos?—la loba ríe y se levanta, girando hacia ella finalmente, niega con una sonrisa y tras un vistazo rápido a los alrededores siguió a la castaña al interior, notando que había puesto aromatizante antes de salir con ella.

  Le pareció un gesto agradable.

   Emma se asoma a la sala y cobija nuevamente a Bella, antes de regresar a la cocina.

— Muero de hambre—abre las alacenas y comienza a sacar los ingrediente para preparar una pizza, una de sus comidas favoritas.

   Leah miraba con atención los movimientos que hacía Emma en la cocina, realmente sabía lo que hacía con una elegancia que le parecía increíble, y para su sorpresa, se sentía cómoda a su lado.

  En mucho tiempo no se había alegrado tanto de estar acompañada, por alguien que no sea Seth.

— ¿Estas bien? —pregunta al ver que los ojos cafés de Leah no se aparten de su lado.

— Normalmente intento estar sola y mantener todo el privado, pero extrañamente estado contigo me siento cómoda, y nos acabamos de conocer—responde encogiéndose de hombros, sorprendiendo a la híbrida.

   Esperaba una respuesta fría, cortante, por la forma en la describían todos, pero no, se mostró como era, sin su faceta de chica fuerte y ruda.

— Bueno, es un privilegio eso, gracias. Si necesitas platicar, sería un gusto.

— No lo entiendes Emma, no puedo, si intento contárselo a alguien los demás se enteran, tenemos una conexión que nos deja saber lo que piensan los demás. Es terrible.

— Podrías hacerlo con otra persona, alguien a quien tú le tengas confianza.

— No tengo a nadie fuera de la manada, mi padre murió, para ti es fácil porque eres amada, bella, amable, todos te quieren.

— No todo siempre fue así Leah, me querían matar al saber que era híbrida, Edward me odiaba cuando comencé a proteger a Bella, tuvimos una pelea hace poco, Jacob escuchó—los ojos se la loba se agrandan—No está mal sentir dolor de vez en cuando. Sé que no te gusta que te vean débil, créeme, a mí tampoco, pero debemos sacarlo, o nos terminará consumiendo.

— ¿Me estás diciendo que me desahogue contigo?

— Te estoy diciendo que me presto para escucharte, ayudarte—le sonríe—Y si tu quisieras, podrías ser amigas.

— Ahora entiendo porque todos te quieren, Jacob tuvo suerte de que seas su compañera—Emma frunce el ceño al escucharla, levantando la vista hacia ella, soltando los utensilios que había en sus manos—Lo he arruinado ¿Verdad?—el rostro de la loba palidece aún más al ver a su nuevo alfa entrar a la cocina.

— Un poco—La voz de Jacob se hace presente.

— Dios, lo siento.

   El escenario le pareció perfecto al ver a su compañera hablar animada con Leah, ofrecerse como apoyo, y en segundos imagino cientos de escenarios junto a ella.

— Tranquila, no tenía idea de cómo decirlo—avanza hacia ellas— Lo tomaré como una ayuda.

— Genial—sonríe aliviada, sintiendo el ambiente volverse incómodo para Emma—¿Y Seth?

—En la sala, se ha quedado cuidando a Bella—se coloca junto a Emma, robando un pedazo de pizza—¿La han preparado ustedes?— asiente.

— Iré con mi hermano, los dejo solos—hace una mueca de desagrado y dejando sorprendido a Jake, abraza a la castaña, cerrando los ojos un momento al sentir los delgados brazos rodearla con cariño—Gracias Emma, te prometo que tomaré tu palabra cuando esté lista— asiente y toma su plato para salir de la cocina.

— ¡Lleva un poco a Seth o Jacob terminará con todo!—la loba regresa y toma más comida escuchando el gruñido de Jacob.

— Gracias Emma—sonríe a modo de respuesta, quedando nuevamente solos.

   Jacob se queda mirando fijamente el rostro de Emma, analizando cada facción y detalle de su cara, llegando a la misma conclusión una y otra vez: Era preciosa.

—Yo...

— ¿Hasta cuándo pensabas decirme que era tu impronta?—el lobo sonríe y baja la mirada evergonzado.

   No esperaba hablar pronto con ella respecto al tema.

— No tenía idea, al principio me odiabas, ¿Cómo te iba a decir que eras mi compañera?—sueltan una risita.

  Se sienta frente a el, apoyando sus brazos en la barra de la cocina.

— ¿Y cómo lo saben?

— ¿Qué cosa?

— Que han encontrado a su impronta.

  Sus ojos curiosos estaban puestos en los suyos, brillantes, por él.

— Todo se desestabiliza, de repente todo deja de importarte, ella es la única que tiene importancia, se convierte en tu centro de atención. Tu única necesidad es verla, protegerla, ayudarla, sentirla, amarla, tenerla para siempre a tu lado—dice sin detenerse.

   En ningún momento corto el contacto visual con ella, como si al verla se inspirará en las palabras que le acababa de decir, en una sutil declaración de amor.

— Antes pensaba que esto era una condena, que elijan por ti a la persona que te acompañará por el resto de tu vida—rodea la barra hasta quedar frente a ella, a escasos centímetros que provocó que ambos bajen la mirada unos segundos a los labios del otro, antes de buscar sus ojos, sintiendo una conexión cada vez que se veían—pero ahora que te encontré entiendo el motivo, y créeme que estoy demasiado encantado con mi compañera.

   Acomoda su cabello tras sus hombros con una sonrisa, se acerca y deja un pequeño beso el su frente que lo hizo cerrar los ojos.
   Ansiaba besarla, y controlo a su lobo interior para no perder la cordura.

aftertasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora