[Dalia's POV]
Mientras mis "padres" iban al callejón, yo fui a jugar sola con mi amigo imaginario. De repente, se me acercó un hombre alto.
-Hey, niña, tengo caramelos. ¿Quieres?
-¡Sí! -fingí entusiasmo.
-Ven a mi camioneta. Toma. ¿Te gustan las muñecas? -preguntó mientras me daba algunas.
-Gracias -sonreí marcando dos hoyuelos en mis mejillas-. Shhh, están durmiendo -susurré mientras les cantaba una nana.
Cuando llegamos a su casa, me dejó en un cuarto y me trajo otra niña, una chica morena.
-Hola, Melina. Mira a quien te he traído. ¡Una amiguita para que juegues!
Cuando se fue, vi que la niña no paraba de llorar.
-Shhh Melina, si quieres ver a tus papás tienes que fingir que eres feliz. Hay un equipo en camino. Soy agente -susurré.
Cuando entró el hombre, nos lavó y luego me dio un vestido verde.
-Toma mi niña, ¿te gusta?
-Sí papi, me encanta -dije emocionada.
El hombre me miró y su expresión se suavizó.
-Póntelo y luego... jugaremos.
Oh no. Rápido chicos, vengan a salvarme.
Me puse el vestido y fui al cuarto del hombre. Di un giro para que lo viera bien y él me indicó que me sentara. Negué con la cabeza. Estaba asustada. Él se me acercó y se quitó la ropa. Me lanzó a la cama. Pataleé. Me quitó el vestido bruscamente. Intenté separarme, y me golpeó. Me sujetó con las manos y me desabrochó el sujetador.
-¡Suéltela! -gritó Sherlock apuntándolo con la pistola.
El hombre me comenzó a quitar la parte de abajo.
-No -se rió el hombre y me colocó delante suyo.
Miré a Sherlock desesperada.
-Suelta a mi chica, asesino -dijo... ¿James?- o te mato.
El hombre me soltó y yo respiré agitada. Cuando estuvo esposado, James se me acercó y me ayudó a vestirme. Me aferré a él, desesperada, mientras me recuperaba.
Él acercó su rostro al mío.
Estaba cerca. Muy cerca.
Demasiado cerca.
-Dalia, ¿estás bien? -preguntó Sherlock.
-Sí, gracias -dije aliviada.
Me levanté y fui con ellos. Eriond estaba con la otra chica, que lo abrazaba. Yo ya no estaba disfrazada, y agradecí a Sherlock por interrumpirnos.
-Se notaba que pedías ayuda con tus gestos -dijo el detective.
Volvimos al 221B de Baker Street y nos despedimos de James y el castaño. Subimos las escaleras y suspiré.
-Ayúdame a quitarme esta cosa. Ese tipo me golpeó fuerte -pedí a Holmes.
Él me ayudó a quitarme el vestido y John entró en casa.
-Vaya por Dios, qué mala pinta tiene eso -yo tenía un golpe en el abdomen y la mejilla inflamada, además el tipo llevaba anillo y me había hecho un corte.
Me dio una bolsa con hielo y una servilleta para mi labio, me limpió el corte y me vendó el abdomen.
-Listo -sonrió el doctor-. Holmes, es usted muy bruto.
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Sherlock Holmes y el misterio del amor
Fiksi PenggemarSherlock Holmes, el detective asesor, músico y químico en tiempo libre, es un hombre que mucha gente definiría como "frío", "sin sentimientos", "solitario" y "creído". Sin embargo, no existe barrera humana capaz de impedir que el amor se cuele por u...