[Dalia's POV]
Desperté en una sala de hospital. Leo estaba a mi lado, y sonrió antes de que yo regresara a mi inconsciencia.
Cuando desperté de nuevo, estaba sola. Me dolían mucho el abdomen y la cabeza. Regresé al mundo de los sueños.
-Dalia. ¡Dalia! ¿Puedes oírme?
La voz de mi hermano Leo sonaba como si yo estuviera bajo el agua. Me esforcé por contestar, pero cuando abrí los ojos, él ya no estaba y lo único que pude hacer fue volver a dormirme.
Esta vez desperté en una cama. De una casa. No del hospital. Noté los cuadros y los instrumentos musicales, y una pila de cuadernos. No recordaba el lugar. Una figura me llamó la atención, un hombre con el cabello negro y rizado y los ojos gris acero.
-¿Quién... eres? -pregunté con la boca pastosa, se me hacía difícil hablar.
-¿No me recuerdas?
-No te conozco...
-Soy Sherlock Holmes. Puedes llamarme Sherlock. Soy tu compañero de piso. ¿Qué es lo último que recuerdo?
-Que tenía que ir a una entrevista de trabajo para la UCC y... una promesa a mi mejor amiga que había muerto. Algo de protegernos entre hermanos y... de ser fuerte.
-Pasaron 7 años desde eso. Y estabas en la UCC pero estás de baja.
-No voy a volver. Quiero quedarme con los dos trabajos de medio tiempo y dedicarme a la informática y la música. Es más sencillo.
-De acuerdo. Bueno, él es el doctor John H. Watson, y el de la bata blanca es un médico.
-Señorita... se recuperará, la amnesia es permanente y perderá gran parte de sus capacidades. De resto, no hay secuelas.
-Menos mal... Me costará un poco adaptarme.
-Ya te ayudará tu compañero de piso -dijo John.
-¿El de los ojos grises?
-Sí, y mi nombre es Sherlock Holmes.
-Lo sé. Lo dijiste antes. Bueno, voy al trabajo. Es decir, intentaré acordarme de dónde es.
-Puede que lo conozca. ¿Cómo se llama?
-Es el Maid Café, aquí cerca -dijo una mujer-. Soy Silvia Stone, la del hombre que no se iba a divorciar. Tenías razón.
-Vale... voy para allá.
-Sherlock, acompáñala.
-¿Por qué yo?
-Porque no tienes nada mejor que hacer.
-Oh. Es cierto. Vamos -dijo con una mueca de disgusto.
-Suelo ir andando. Es... ahí -dije sonriente-. Siempre están cerca de casa. Voy a cambiarme. Adiós, ya te puedes ir.
Fui a ponerme el vestido de maid y vi que Sherlock entraba.
-¿Qué haces aquí?
-Tenía curiosidad por saber cómo es.
-Bienvenido, Amo.
-¿Qué?
-Siéntese y elija lo que desea... yo me voy a servir a los demás clientes.
-Después de cinco horas de trabajo-
-Me voy chicas, hasta mañana.
-¡Adiós!
Salí muy contenta y volví a casa. Allí el chico rarito estaba sentado mientras revisaba algunas fotos. Iba a acercarme, pero me lo pensé y subí a mi cuarto a escribir un poco. Ah, olvidé decir que suelo escribir sobre las misiones de espía, y a veces sobre los trabajos de mi hermano y/o el grupo. Esta vez le tocó a mi hermano, él suele almorzar en el Maid Café y me contó de su trabajo, así que escribí un buen rato. Luego bajé y vi que mi compañero de piso estaba aún aburrido.
ESTÁS LEYENDO
Sherlock Holmes y el misterio del amor
FanfictionSherlock Holmes, el detective asesor, músico y químico en tiempo libre, es un hombre que mucha gente definiría como "frío", "sin sentimientos", "solitario" y "creído". Sin embargo, no existe barrera humana capaz de impedir que el amor se cuele por u...