Capitulo 1 - Invitacion

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Estaba terminando de llenar un informe, cuando mi jefe se acercó para comunicarme que quería verme en su oficina en cuanto regresara de su reunión, en cuarenta y cinco minutos, y ya habían pasado cuarenta.

El señor Lee nunca me llamaba a su oficina, bueno en realidad si. Era algo así como su secretario y asistente personal, le ayudaba a organizar su agenda y también con asuntos de la empresa, en lo que sea que necesitará ayuda, por lo que sí solía llamarme pero jamás con ese semblante tan duro e indiferente, no es que fuera la viva imagen de la alegría, pero solía ser "agradable".

Quizá había cometido algún error en el trabajo, ya lo había hecho anteriormente pero fueron cosas sin importancia; como mandarle azucenas a la madre del Señor Lee y está resultó ser alérgica. Aunque debo agregar que fue culpa de su jefe por dejarlo decidir. O como aquella vez que en lugar de cancelar la cena con su antigua novia y agendarle una con su hermana hizo justo lo contrario, o cuando les llevó café a él y sus socios con sal en lugar de azúcar, ¿Cómo había llegado la sal a la oficina? No tenía ni idea.

¡Oh por Dios, me despediría!

No, no, no, tenía que calmarme, mi jefe no podía despedirme... ¿oh si? ¡Claro que si! ¡Era el jefe!

—Lee Donghae, a mi oficina.—Salte en mi asiento, en cuanto escuche su voz, sentí mis mejillas arder, debía calmarme no me podían despedir, este trabajo me era muy bien remunerado, le diré que haré lo que quiera con tal de no perder mi puesto, incluso horas extras.

El señor Lee siempre había sido comprensivo, quizá terminé de colmarle la paciencia. Me levante de mi escritorio lo más seguro posible y me dirigí a su oficina, toque la puerta y un claro "Pasa" se escuchó del otro lado. Entre y cerré detrás de mi.

—Toma asiento.—Asentí, sin rechistar, me coloque en la silla frente a él, mi pie comenzó a moverse de arriba a abajo nerviosamente sin parar.

El señor Lee despegó la vista de los papeles que estaba revisando y me dedico toda su atención, los penetrantes ojos negros me observaron y recorrieron de arriba a abajo.

—Donghae llevas poco tiempo trabajando para mi en comparación a otros de mis empleados pero aún así desarrollas prácticamente dos trabajos.—Comenzó en un tono neutro.

Estaba a punto de decirle que no me importaba llevar seis solo que no me despidiera, pero en cuanto tome aire para hablar su palma se extendió frente a mi para que guardara silencio y él prosiguió.

—Veras, te has ganado mi confianza y aprecio durante este año que has trabajado conmigo, por lo que creo que eres el indicado por el trabajo que quiero que desarrolles. Seré lo más directo posible; uno de mis socios en Nueva York se retirará y su hijo tomará el cargo, me ha invitado a la fiesta de despedida que se le organizó, además de que se hablará sobre los acuerdos que teníamos y otros puntos a tratar. Él siempre ha sido algo extravagante así que la fiesta será a lo grande y como en estos momentos mi hermana está fuera del país no hay nadie que me acompañe, por lo que quería saber si tú puedes.—Término de hablar dedicándome una linda sonrisa.

Mi mente estaba en blanco intentando procesar toda, la información. Creí que me despedirían y terminan invitándome a una fiesta en Nueva York. ¡Nueva York!

—Donghae.—Su voz me saca de mis pensamientos, me mira atentamente esperando algo. Una respuesta, no le he dado una respuesta. Mentalmente me di una palmada en la frente.

—Si tienes algún compromiso o algo entiendo, sólo necesito a alguien que me haga compañía y me mantenga sobrio, además obviamente que lleves los informes y hagas las anotaciones correspondientes.—Continuó hablando debido a mi silencio. Estaba apoyado en el escrito observándome con esos oscuros y preciosos ojos.

—Iré, puedo ir...no tengo nada que hacer. No hay problema alguno.—Le dije mientras le ofrecí la mejor de mis sonrisas. El asintió satisfecho.

—Bien, compra dos boletos de avión de primera clase ida y vuelta también reserva una suite con dos recamaras en el mejor hotel de Nueva York, con estancia de una semana,  será del jueves siete al jueves catorce de marzo, alguna duda.

—Yo no puedo pagar tanto, yo...

—Los gastos los paga la empresa, será un viaje de negocios, así que esta paga, ósea yo.- Me guiño un ojo, de pronto los nervios regresaron por alguna razón —Prepara todo que nos vamos mañana.- Asentí tan rápido que me dolió el cuello

No me habían despedido e iría a Nueva York. No lo podía creer podría gritar y saltar de felicidad, tenía que contárselo a Heechul y pedirle ayuda con respecto a qué ropa debería llevar. Iba llegando a la puerta de la oficina cuando la voz de mi jefe me detuvo.

—Por cierto lleva un traje y un antifaz, al parecer será una fiesta de disfraces o algo así.

— Si señor Lee.—Respondí sonriéndole mientras me retiraba.

Moderation [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora