Capitulo 4 - Fiesta

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Amigo. Así era como Hyukjae (éste había insistido en que lo llamara así) me había presentado en la bendita fiesta, no mencionó que soy su asistente personal ni que necesitaba un acompañante.

Dijo que quería que los demás se comportaran y me trataran con respeto. "No es que sea algo malo, pero a veces mis socios son unos patanes, además no es como que esté mintiendo". Entendía a lo que se refería antes de trabajar con él, había tenido diferentes puestos y las personas con un poco más de dinero que yo habían sido realmente odiosas. Así que no me molestó.

En las reuniones de sus socios a las que estuvimos asistiendo en los primeros días que llegamos, me presento como a un amigo de la empresa al cual le pidió por su compañía en el viaje y les mencionó que era un dedicado pintor en sus ratos libres, por consecuencia mientras mi jefe hablaba sobre la empresa, yo conversaba sobre arte y mis pinturas con algún que otro interesado, qué resultaron ser bastantes. Gracias al cielo había unas traductoras, con los inversionistas chinos me las arreglaba, pero con los estadounidenses era un lío total.

Me resultaron realmente agradables los primeros días del viaje, apenas y había tenido oportunidad de ver la ciudad, habían pasado de edificio en edificio durante el día y de restaurantes en restaurantes por la noche, sólo llegaban al hotel a dormir.

El hotel ¡Oh Dios!, yo mismo había hecho las reservaciones pero la suite que elegí era maravillosa, la cama en la que dormía era como si estuviera en las nubes, debo admitir que tuve que agregar varias alarmas a mi teléfono celular para poder levantarme, no podía darme el permiso de dormir cinco minutos más y menos cuando yo era quien debía levantar a el Señor Lee y recordarle a quien veríamos y en donde, por algo era su asistente personal.

—El es Lee Donghae.—La voz de mi jefe me sacó de mis pensamientos, gire y con una suave sonrisas salude al desconocido al que me habían presentado.

Al parecer un inversionista o algo así, ya que la mayoría de los empresarios hablaban en inglés hace mucho que había dejado de prestar atención. Esa era una de las razones, la otra su jefe lucia realmente guapo, con su traje negro cuidadosamente desgarbado, dándole un aire juvenil, más la máscara algo extravagante para un director de su estatus, hacia que su atención e desviará continuamente.

Sacudí esos pensamientos de mi cabeza e intenté poner atención, pero me distraía fácilmente y luego recordaba la conversación del avión y los colores subían rápidamente por mi rostro.

Después de un tiempo, me despedí con un suave movimiento de cabeza y dirigí mis pasos hacia la mesa de comida, mientras tomaba mi quinta copa de champán de un mesero que pasaba por ahí, me sentía sumamente relajado y extrañamente alegre. Después de todo su jefe era el que no debía tomar mucho, me pidió que se lo recordara, imagino que cinco minutos solo, no le pasará nada.

La fiesta a pesar de ser con fines de negocios era bastante entretenida, claro que muy elegante, con luces bajas y suave música, pero esta tenía un tinte sensual. Surgió la tentación de tomar otra copa y buscar a una chica linda o un apuesto hombre  para pasar una buena noche, pero recordé que estoy aquí por trabajo. Tome un pastelito  de la mesa y me lo lleve a la boca. ¡Mmm! Chocolate

La suave música comenzó a sonar y me sentí mareado, avance con lentitud hacia la pista disfrutando de la oscuridad que ofrecía el lugar, además del misterio con todas esas personas enmascaradas.

De alguna forma me sentía la cómodo, todos éramos iguales en ese momento, hombres o mujeres con ganas de pasar un linda noche, sin estatus, ni poder o prejuicios solo las sombras moviéndose al compás de la suave música como una marea que iba y venía tranquilamente.

Moderation [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora