Traición || Kyabe x OC

645 38 82
                                    

Nueva aportación de @Umbrella_AND_Rain, una carta de desamor de una guerrera decepcionada por saiyan del Universo Seis, Kyabe.

Espero que les guste.

___

Querido Kiabe:

Te escribo esta carta para decirte todo lo que no soy capaz de decirte en persona y porque, probablemente, terminaría dándote una paliza por no poder contener la rabia que sentiría al verte.

Han sido ocho hermosos meses a tu lado. Ocho meses desde que nos conocimos en ese torneo decisivo para nuestra supervivencia, donde coincidimos y sumamos estrategias para salvarnos, donde conocí a un compañero que poco a poco me hizo entender que la vida no se trataba sólo de luchas, superar límites y escalas de poder, sino que también era hermosa vivirla con alguien por el simple hecho de hacerlo. La felicidad se trataba de compartir.

Siempre me había mofado de las otras compañeras de lucha por ceder a ideales románticos e, incluso, renunciar a sus planes de futuro sólo por haber encontrado a un chico especial que les trastocar su mundo. Para mí eran débiles, cucarachas cobardes que sólo usaban la excusa del enamoramiento para eludir sus responsabilidades como guerreras. Eran una vergüenza para mí.

Pero apareciste tú, el chico especial que trastocó mi mundo como ningún otro se atrevió a hacerlo antes. Sin alardear de su poder latente o de su rango en un ejército especial de otro planeta. Sin hacerse el duro o el gallito como otros tantos. Me ganaste, simplemente, con el pasar del tiempo. Tu humildad, tu afán de superación y, sobretodo, tu gran corazón fueron tus armas más letales para dejarme sin defensas y ganarte el mío, forjado a hierro en las más duras circunstancias que haya podido dar el destino a ninguna persona.

Pero, con qué facilidad lo destruirse luego de manipularlo y derretirlo como si se tratara de un caramelo en las manos de un mocoso.

¿De qué sirvieron todos los viajes de un universo a otro? ¿Las diferencias horarias o de estación? ¿Todos esos planetas y mundos que conocimos por tal de vernos apenas unos cortos días o unas míseras horas? ¿Las complicaciones en nuestros trabajos para lograr un permiso extraordinario para pasar tiempo a solas? ¿Las peleas y conflictos con nuestras familias, nuestros amigos o nuestros compañeros de trabajo?

Tantos momentos a solas, tantos lugares descubiertos cogidos de la mano, tantos besos en diferentes amaneceres de otros tantos soles. ¿De qué valen ahora tus sucios “te quiero"?

Al final, tenían razón los que no nos tomaban en serio, los que no apostaban por nosotros. Esos que decían constantemente aquello de que la distancia y el amor son incompatibles. Los pusimos a prueba demasiado tiempo, quizá. O tal vez yo fui la que le dio más oportunidades de las que debía. Y no lo vi venir.

Sí, Kyabe. Hoy estuve en Sadara. Hace exactamente ocho meses que nos conocimos y puse en jaque mi puesto en la Comandancia del ejército de mi planeta, insubordinándome al mismísimo general, para pedir un permiso especial y salir de viaje hasta tu universo, y hasta tu planeta, con el único objeto de darte una sorpresa y celebrar contigo este día tan especial.

Tal vez me haya vuelto demasiado blanda. Tus vacías y cínicas palabras lograron hacer una brecha bien honda en mi acorazado interior. Puede que te dé más importancia de la que realmente mereces. Pero lo cierto es que me sentí traicionada cuando, al buscarte en el cuadrante donde me indicaron que estarías, finalmente te encontré. Sin embargo, no estabas patrullando ni montando guardia como deberías.

Estabas dentro de una garita y acompañado por una chica. Casualmente me asomé para comprobar que eras tú y, casualmente, tu compañera me vio y me reconoció, pero continuó besándote sin tregua, como si hubiera visto llover.

Espero que te lo pases bien con Caulifla y que las cosas te funcionen con ella como no funcionaron conmigo.

En realidad, no te guardo rencor porque, aunque no te lo creas, yo sí que te quiero y deseo que seas feliz. Pero me duele en el rincón más hondo de mi alma la forma tan vil en la que me has mentido, y pensar en el tiempo que llevarás haciéndolo hace que se me revuelvan las tripas y me entren ganas de vomitar.

¿Cómo he podido estar tan ciega?

Aún estoy en Sadara, pero por poco tiempo. Aún recuerdo que hace ocho meses te ganaste mi confianza con la seguridad y la transparencia de tu voz, con tu personalidad tan… auténtica. Pero ya es tarde para nosotros.

Estoy escribiéndote esta carta en una simple servilleta de un cochambroso tugurio plagado de soldados saiyans. Me han visto y me han reconocido, así que puedes preguntarles si tienes dudas de si lo que te digo es cierto, que estuve aquí, que te vi con Caulifla… y que no les sorprende que andes con ella.

La servilleta se la daré a uno que dice que comparte camareta contigo, para que la deje en tu taquilla o que te la tire a la cara hecha una bola. Me da lo mismo.

Y puedes usarla para limpiarte el culo con ella si lo deseas, me da absolutamente igual. Peor ha sido lo que has hecho con mi corazón y con mi orgullo.

Espero, sinceramente, no recibir más noticias tuyas y no verte nunca más, o ambos lo lamentaremos.

Sin más, ojalá recibas un golpe en la boca del estómago de ésta, que un día te amó y dijo que fue tuya más de una vez. Sin cariño alguno:

Amunet.

Tights

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Tights

(Roveldel)

One Shots Dragon Ball || ¡Pedidos Cerrados!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora