La proposición || Aomine Daiki x OC

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¡Bienvenidos a la última entrega de esta segunda tanda de one-shots! En esta ocasión, los personajes principales son Aomine Daiki, del anime Kuroko no basuke, y un OC inspirado en la persona que lo solicitó: @melissaxd26. ¡Espero que te guste!

Disclaimer: el personaje, así como la serie original en la que se basa esta historia, son de Tadatoshi Fujimaki. Este one-shot es de mi autoría.

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Aquella mañana, Aomine había finalizado el entrenamiento de básquet y se había escabullido en cuanto pudo del grupo. El motivo era la ya típica y cansina pregunta del momento: "¿para cuándo la boda?". Hacía seis meses que el último miembro de la Generación de los Milagros se había casado, salvo él.

Estaba hasta los huevos, porque a él eso de casarse le daba igual, pero a Mel, su Mel... sentía que a ella sí le haría ilusión. La cuestión era que no sabía cómo dar el paso y, sobre todo, odiaría ser el centro de atención por algo tan vergonzoso una vez que todo el equipo se enterara.

De camino a casa, se detuvo en una máquina de refrescos en plena calle para comprar una bebida isotónica. Sin mirar, abrió uno de los bolsillos laterales de su petate para coger la cartera y, estorbando como un guijarro en el camino, una pequeña caja de terciopelo se interpuso en el camino de sus dedos. Chasqueó la lengua y la atrapó en su palma. Luego, con dos dedos, abrió el monedero y sacó lo necesario para comprar la bebida.

Tomó su refresco, bebió y, al levantar la vista, ahí tenía a Kuroko, apareciendo de improviso como un fantasma. Como siempre.

—¿Qué carajo quieres? —le preguntó Daiki sin hacer aspavientos por la sorpresa, sin mirarlo directamente tampoco.

—Te has ido pronto.

—Y, ¿qué?

—Últimamente estás raro, de peor humor que siempre, y te desconcentras en el juego. Me pregunto qué te sucede —Kuroko se mesó la barbilla, pensativo.

—Nada, maldita sea.

—Ah. Vale.

Caminaron juntos en silencio. La calle bullía de gente de acá para allá, atareada con sus cosas o distraída disfrutando del tiempo soleado. Sin embargo, el aura de preocupación que rodeaba al chico de cabello negro era palpable, pues para Kuroko marcaba un fuerte contraste con el entorno bañado en luz.

—Quiero preguntarle a Mel algo. Pero es difícil... —calló antes de admitir que tenía miedo a la oleada de expectación que se crearía después.

Kuroko se detuvo.

—Sólo sabrás la respuesta si se lo preguntas.

—Joder, eres un genio, fantasmón. La cuestión es que no sé cómo sacar el tema... y que no se nos vaya de las manos.

Caminando, terminaron en el portal de Aomine, donde se detuvieron. Se quedaron un rato de pie, en silencio, sin mirarse. El de pelo celeste abrió la boca para proponer algo y el otro le atajó:

—¿Sabes qué? No necesito tu ayuda. Hasta la vista.

Y se metió en la casa sin mirar atrás. Ya vería como lo haría, pero seguro que cualquier cosa que se le ocurriera sería mejor que lo que el fantasma le dijera.

El muchacho suspiró tras subir los escalones y encarar la puerta. Metió la llave en la cerradura y se puso a pensar en la imagen que había dejado atrás en ese pequeño apartamento, detrás de esa misma puerta, antes de irse por la mañana. Como cualquier otro día, Aomine tenía la costumbre de quedarse con cada detalle del lugar: la luz del sol, que atravesaba los agujeros de la persiana como si fueran decenas de flechas incandescentes; las ropas de ambos, tiradas por doquier por la sala, el pasillo, la habitación... recuerdo a su vez de una noche de satisfacciones plenas; el pacífico rostro de Mel sobre la almohada, donde su marejada de cabellos negros descansaba en un temporal letargo hasta la próxima tempestad que desataran sus ojos negros cuando le mirara. En definitiva, era una fotografía temporal que atesoraba en su memoria y que disfrutaba comparar, día tras día, con lo que observaba a su llegada. Era tan diferente como la penumbra de la luz, o como lo era el silencioso caos de su marcha a la algarabía que, contra toda lógica, ponía en orden todo su mundo cuando regresaba. Completamente al revés. Así le hacía sentir Mel, justo al revés de lo que esperaba.

One Shots Dragon Ball || ¡Pedidos Cerrados!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora