La tsundere y el lobo || Caulifla x OC

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Pedido realizado para GaeruSSGSS con los saiyan del universo 6 como protagonistas, en un romance picante entre la guerra Caulifla y el hombre lobo Gaeru.

Es accesible para todo público, lean con seguridad, espero que lo disfruten. 

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El torneo del poder terminó desde hacía seis meses atrás, y la emoción de la rutina ya no le era la misma, a pesar de que la pandilla las recibió como si el universo no hubiese desaparecido de repente. Caulifla necesitaba más emoción.

La batalla que tuvo con Goku le había abierto los ojos a miles de posibilidades; la transformación del súper saiyajin solo era el principio, y si el universo 7 había traído de vuelta a los demás universos con su deseo, eso no solo significaba que podría llegar a tener una futura oportunidad de enfrentarlo otra vez, sino también a otros luchadores como el guerrero Jiren.

Kale la acompañaba en la mayoría de sus entrenamientos emocionada, igual que en ese momento, por algo era su protegida.

—Señorita Caulifla —llamó Kyabe, interrumpiéndolas, y siendo forzado a tener que saltar hacia atrás para esquivar la bola carmesí que la pandillera había liberado.

Estupefacto, soltó una exclamación y torció el gesto en una mueca nerviosa y aliviada. Kale le miró ceñuda, y la saiyajin de cabellos alborotados estuvo a punto de reír, pero en lugar de eso, se enfadó.

—¿Qué quieres? —se cruzó de brazos y fue a su encuentro—, no ves que estamos entrenado.

—Este... yo.... no quería interrumpirlas, pero pensé que quizás le gustaría —la saiyajin encarno una ceja con las manos en jarras—. Me refiero a ti y a Kale, un ser poderoso está atacando un planeta llamado Tierra.

—¿Y eso tiene que importarme por qué? ¿Desde cuando yo apoyo a la fuerzas? —inquirió interrumpiéndolo con un ademán desinteresado, cortante e irónico.

—Pero señorita Caulifla...

—Si eso era todo, ubícate y lárgate. Estamos ocupadas. —Se volteó, el joven peleador quedó pensativo. Sin embargo, no lo hizo notar, pero Kale se dio cuenta, dejando escapar una pequeña sonrisa maliciosa y apenada.

"Sí, mejor que se fuera y dejara de intentar robarle a su hermana" pensó, apenada por sus propios pensamientos.

—Los saiyajin del universo Siete residen en el gemelo idéntico del mismo planeta —continuó Kyabe, ahora más seguro—, pero si no quiere ir a ver, buscaré a alguien más que si este interesado en incrementar su fuerza.

La pandillera frenó en seco y la abordó una emoción que no había sentido desde que lo vio transformarse, la idea de hacerse cada vez más fuerte la motivaba.

Y sin pleno aviso, prosiguió:

—Está bien, me convenciste —dictaminó—. ¿Cuando nos vamos?

Kyabe dejó escapar una sonrisa confiada, no perdería la oportunidad; el rostro de la otra saiyajin se ensombreció, fingiendo observar a otra parte. Su hermana no se dio cuenta.

—Vamos ahora... si quiere —propuso, ambas guerreras le siguieron el paso, una imponente con la cabeza en alto, mientras que la otra miraba al piso, siguiéndolos.

Así fue como los tres terminaron haciendo un viaje al planeta azul, y las naves que los alojaban abandonando la atmósfera velozmente. Con Caulifla preguntándose cuanta fuerza tendría el sujeto al que se enfrentaría.

No existía un motivo en concreto, pero lo necesitaba, su sangre de saiyajin se lo pedía; Kyabe no había requerido de su ayuda hasta que llegó el torneo del poder, y estaba segura de que era algo que no podía tomarse a la ligera. ¿Y cómo no estar contenta? Ser invencible traía ventajas y desventajas. Ventaja: tenías el respeto y la admiración de los que te rodeabas; desventajas: ya casi no había retos que superar.

One Shots Dragon Ball || ¡Pedidos Cerrados!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora