Mono curioso || Goku x Hit

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One-Shots realizado para @Rizz_Black. Un romance tortuoso entre el noble Goku y el asesino a sueldo Hit, junto con la ayuda y la mediación de Jiren.

Aclaración: historia 100% de mi autoría, los personajes de dragón ball pertenecen a Akira Toyirama.

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Vista centrada, enseriada, visualizaba su ki a larga distancia..., «cerca», solo existían ellos dos en aquel mundo onírico de pinceladas mezquinas y palabras sin pronunciar, porque solo allí, se cumplían los escenarios difusos de una realidad que estaba condenada por las barredas de lo indebido. «Solo quiero conocerle, nada más» repetía, acallando aquellas verdades fantasmagórica que se empeñaban en abofetearlo con destreza.

—Milk... —gimió con la voz ronca, casi en un aullido. La susodicha despertó de golpe y preocupada, palpó el rostro del guerrero en busca de algún daño. El ojeaba su entorno con los ojos entrecerrados, deteniéndose un instante en los rayos de brillos lunares que se colaban temerosos por las cortinas —. Yo... perdón por despertarte —Bostezo, desperezándose con una punzada de culpa.

—Descuida, no lo hiciste —le mintió ella. Sin reservas—. ¿Estás bien? —inquirió la mujer, observándole angustiada, parpados caídos y expresión desencajada. Peinó sus cortos y enredados cabellos negros con la punta de sus dedos. Goku posó su vista allí, cuando estaban recién casados, verla hacerlo le parecía adorable, esa era una de las tantas cosas que amaba de ella.

Sin habla y en un estado de letargo. La presión hueca que escocía en su pecho fusiló toda coherencia, se creía enfermo y con el cuerpo enfebrecido, lo que ocultaba era una mentira mala. El azabache y profundo mirar de su esposa le ayudo a sostener los estragos de desesperada ignorancia que perecían. Tembló, forzándose a no dejar caer los párpados de un sueño muerto en su semblante.

—Te amo —se convenció en un intervalo temporal de tiempo, guardando la esperanza de si lo pronunciaba con ímpetu podría volver a sentirlo, si es que lo sintió alguna vez.

Los pómulos de ella se pintaron de carmesí, Goku palideció, azorado. Carmesí, el color sangre de dos cuencas vacías le perseguía en una curiosidad que buscaba ser inocente.

—Y yo a ti. Te amo, Goku.

En una ajena necesidad, el guerrero la atrajo hacía él con brusquedad salvaje. La mujer se mantuvo rígida, expresión inteligible. El alma del saiyajin se perforó con llanto desgarrado, propio de un niño que callado implora refugio en un inerte cuerpo. Una caricia, dos caricias, tres caricias. Goku se convertía en un espíritu errante cuyo consuelo le era bloqueado con fervor, el amor que se escurría en las manos de ella se le incrustaba en el cuerpo como dagas envenenadas en elixir de amoníaco.

—Te amo —repitió, esperando que ella no notará su ansiedad mecánica, nunca antes se había sentido así de confundido, como si quisiera que ella borrará con su calor las marcas amorfas que Hit dejó instaladas en su oxidada mente.

—Algo te preocupa.

—No. —Sus manos sudaron.

—Algo te preocupa.

—Que no, Milk. Estoy bien.  —Se le escapo una risa nerviosa.

—¿Goku? —pronunció escéptica.

—¿Qué?

—Sabes que mientes peor que mi padre. ¡Solo habla! —se encolerizó, con la mandíbula apretada y las lágrimas salientes—. Quieres dejarme otra vez, ¿cierto? ¡Yo te amo, joder! Siempre he estado para ti y me parte el alma que no confíes en mí. No... Goku, no me digas que vas a morirte otra vez.

One Shots Dragon Ball || ¡Pedidos Cerrados!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora