Las noches de los lunes, Adrien se deslizaba hasta la cama de Finn, en su dormitorio, y subía allí con él. Finn se movía, pero terminaba abrazando con un brazo a su Pequeña novia, y Kris se despertaba a la mañana siguiente con otro compañero de cuarto.
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Finn se paró frente a la casa que alguna vez compartió con Adrien durante un corto periodo de tiempo. Recordaba las promesas que había hecho y los sueños y esperanzas que tenían, pero en ese momento, el pasado no era más que polvo para él, porque no había pensado en eso por incontables meses. Reuniendo coraje, levantó su mano y golpeó la puerta. Esperaba que se abriera y Adrien fuera quien lo recibiera, pero tomó más de lo que esperaba y la persona que abrió la puerta no era su Futura ex esposa.
–Hola.
El joven muchacho de rostro agradable que había abierto la puerta le sonrió.
–Hola. –Tras una pequeña pausa, él añadió: –Supongo que tú serás Finn.
Éste confirmó, asintiendo:
–Sí.
–Bueno, pasa –dijo Él, haciéndose a un lado. Cuando Finn, estuvo adentro, cerró la puerta detrás de sí–. Soy Jack Dylan Graezer, por cierto.
–Un placer conocerte –dijo él, tendiéndole una mano.
–¡Gracias! –respondió con alegría, estrechando su mano–. Adrien debería bajar en cualquier momento. –Luego, con una mirada más suavizada y triste, dijo: –Te ha estado esperando.
Le dolió un poco a Finn oír las palabras, pero era la verdad y lo sabía. Había requerido un divorcio y estaba seguro de que Adrien había recibido el aviso dos semanas atrás. Por supuesto que estaría esperándolo. En todo caso, estar ahí parado en el vestíbulo lo ponía algo nervioso por cómo iría Adrien a reaccionar. La imaginó gritando y bramándole, derramando lágrimas con ojos sedientos de sangre.
Pero esa imagen no duró. Cuando levantó la vista hacia la escalera, mientras Adrien hacía su entrada, Finn captó la sonrisa que solía hacer que su corazón se detuviera, y aún lo hacía. Se quedó de pie en la entrada de la casa, con su corazón afligido y detenido por Adrien Sacándole de su estado, Finn se aproximó lentamente.
–Hey.
Adrien abrió sus brazos, caminando hacia su esposo. Sin esperar siquiera a que Finn hiciera el primer movimiento, lo abrazó, antes de liberarlo tras un tiempo apropiado.
–Hola, Finnie.
Los labios de Finn se estrecharon. Ya no quería ser llamado "Finnie". Le traía demasiados recuerdos que lo desviaban de su propósito.
–Ya no me llames así, Adrien.
Con su boca ligeramente abierta, Adrien asintió con entendimiento.
–Lo siento –dijo con una risa–. Me olvidé que nos estamos divorciando. Claro. –Palmeando a Finn en la espalda, Adrien giró sobre sus talones y encorvó un dedo. –Vamos a la sala, ¿sí? Jack, ¿puedes ir a prepararle a Finn un té? Yo tomaré agua.
–¿Quieres limón, Adrien? –preguntó él.
–No. Agua sola.
–De acuerdo –dijo Jack, chasqueando su lengua y yendo hacia la cocina.
Finn lo observó irse, preguntándose sobre la relación que tendría con Adrien. En su mente, las palabras de Iris reverberaron. Tal vez Adrien había encontrado a alguien tal como él encontró a Iris. Ambos conocieron gente con la que les convenía estar.
Una vez sentados, Finn escrutó el rostro de Baekhyun.
–Te ves un poco... cansada, Adrien. ¿Estás durmiendo bien?
Le tomó un momento, pero Adrien asintió con una sonrisa.
–He estado trabajando un poco duro últimamente. Eso es todo.
–De acuerdo... –Finn tomó aliento por un segundo antes de abrir su maletín. –Como sabrás, he venido con cosas para que firmes.
–Por supuesto.
–No tomará mucho tiempo.
–Lo sé.
–Estoy tratando de hacer que esto sea lo menos doloroso posible para ti, Adrien.
Adrien rió suavemente.
–Siempre habrá dolor.
Finn vio a Adrien a los ojos.
–Lo siento...
–Estoy bien...
Incapaz de soportar la atmósfera tensa, Finn prosiguió. Tomó unos papeles y los deslizó por la mesa de café hacia Adrien, quien estaba sentada frente a él. Notó que Adrien se movía un poco despacio, pero supuso que simplemente tendría miedo de enfrentar la realidad que aquellos papeles traían.
Mientras Adrien los levantaba y les echaba una mirada, Finn habló.
–Básicamente estás aceptando que ambos queremos esto. También significa que estás dispuesto a ir a las fechas de la corte y a las juntas donde discutiremos cómo dividiremos todo. Pero Adrien, la casa... la casa se quedará contigo, eso te lo prometo.
–¿Me lo prometes?
–Sí.
–Me prometiste cosas en el altar, también –dijo Adrien con un susurro bajo, como un fantasma–. Y aquí estamos. –Sin querer que su esposo tuviera que pensar en ello, gesticuló con la mano y cambió de tema. –¿Adónde tengo que firmar?
–Al final de la página –dijo Finn. Llevó su mano al bolsillo–. ¿Necesitas un bolígrafo?
–Sí.
Cuando sus dedos se rozaron entre sí al dárselo, notó la temperatura corporal de Adrien.
–¿Tienes frío?
–No, estoy bien.
–Pero tus manos no están frías normalmente. Están tibias.
–Me alegra que lo recuerdes.
Un minuto pasó, y Finn observó a Adrien sujetar el bolígrafo pero sin moverse.
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❁✎100/80♡➫FINN WOLFHARD
Short StoryJóvenes enamorados..... solo eso enamorados. ✿Historia Corta✿ [Portada] @trshmouth