⋆.✿TEN✿°

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Durante su distanciamiento, Finn estaba a menudo muy ocupado como para prestar atención a los planes de Adrien y a su trabajo. Conocía los intereses generales de Adrien, pero el trabajo siempre lo dejaba demasiado cansado como para importarle. A la tarde, por primera vez, Finn se sentó y escuchó sus planes.

Adrien se movía lentamente, pero
Finn ya se había acostumbrado a su ritmo. También se había acostumbrado a que Adrien olvidara ocasionalmente cosas o se demorara al responder. No era raro que frotara sus ojos y los cerrara por un momento. Finn, intentando hacer lo que podía para ayudar, iba y buscaba agua cuando le era posible.

Los papeles estaban dispersos por todo el piso de la sala. Había papeles pequeños con notas en ellos y también pilas atadas. Adrien los desparramó y Finn miraba mientras se esforzaba por organizarlos como quería, si es que por eso era que lucía tan frustrada y confundida.

–Bueno –comenzó Adrien–, éstas son todas mis ideas y mis planes.

–Son muchas –comentó Finn, mirando el desorden–. ¿Son ideas que tuviste años atrás?

–No. Me deshice de todo lo que tenía en ese entonces.

Finn alzó una ceja.

–¿Todo?

Asintiendo, Adrien lo confirmó.

–Tiré todo durante la primavera.

–¿Por qué?

–Quería comenzar de nuevo. Me di cuenta que había estado escribiendo cosas sin sentido.

–Bueno, el sinsentido es lo tuyo, ¿no? –dijo Finn, ofreciéndole una sonrisa.

–Lo es, pero quería intentar algo distinto. Eso es todo.

Bajando la vista hacia las palabras en los papeles, Finn sonrió.

–Bueno, estoy seguro que será bueno. Tal como el resto.

Los ojos de Adrien resplandecieron mientras sonreía, mirándolo.

–Gracias, Finnie.

–Por nada.

Tras un momento, le preguntó:

–¿Vas a leerlo?

Finn parpadeó.

–¿Tu libro?

Adrien dijo, asintiendo:

–Sí. –Luego añadió: –Sin embargo, no te haré prometer que lo leerás. Ya te he dicho que esta semana es lo último que te pediré.

Sintiendo su corazón como el plomo, Finn alzó una mano y volteó el rostro de Adrien hacia él.

–Lo leeré.

Su esposa pareció más triste en vez de alegrarse, lo cual era lo opuesto a lo que Finn esperaba. Mordiéndose los labios por un segundo, Adrien asintió otra vez.

–Gracias.

–No hay problema.

Cuando Adrien se detuvo un momento para cerrar sus ojos y respirar hondo, Finn lo miró con rostro preocupado.

–¿Migraña?

–Sí –respondió Adrien débilmente–... Migraña.

8640

Finn miró su teléfono y vio los mensajes de texto de Iris. Le respondió breve y secamente antes de volverlo a apagar. Cuando fue a la cocina, encontró a Jack solo, que era lo que él quería. Dándole unos golpecitos en el hombro, Finn retrocedió instintivamente cuando Jack se volteó con un cuchillo en la mano.

❁✎100/80♡➫FINN WOLFHARDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora