2. Un pequeño error

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Desperte con el sonido del telefono, me gire y lo cogi de la mesita de noche aun sin incorporarme.

-Hola...- Estaba aun somñolienta.

Mire la hora, la una y cuarto de la tarde. Ole yo.

-Go to sleep- Me dijo una voz grave y extraña al otro lado.

-Vale- Le conteste y le colgue.

Hundi mi cara en la almohada, decidida a volver a dormir durante horas, cuando sono otra vez el movil.

-Me cago en todo- Dije nada mas descolgar- ¿Que coño quieres?

-Go to sleep- Dijo una voz menos grave que la anterior.

-Me cago en tu puta madre chaval -Le rugi.

-Hey tranqui, tranqui- Me decia Eric- Solo era una broma.

-Ya, claro, por eso apareciste ayer a mi casa disfrazado de Jeff the Killer.

Estaba cabreada, muy cabreada. Habia estado toda la noche con el estomago rugiendo pero sin la fuerza suficiente como para levantarme a comer.

-¿Como? Yo no he salido de mi casa- Me dijo sorprendido- Podria ser que... ¿Vieras al verdadero Jeff?

En su voz pude notar algo extraño como... ¿temor? Nah, eso era imposible.

-Ya, ya- Le dije aun sin creermelo- Y deja de llamarme, ya es la segunda vez.

-¿Segunda?- Vale, ahora si parecia asustado, y me estaba empezando a acojonar- ¿Que te dijo la primera llamada?

-Lo mismo que tu, go to sleep.

Se oyo un silencio al otro lado que empezo a inquietarme, conocia a Eric, le gustaba asustarme, pero nunca llegaria tan lejos y... pensandolo bien, no creo que ni ninguno de sus amigos allanaran mi casa solo para asustarme. Ellos no son de esos.

-Pequeña yo no he sido quien ha echo esa llamada, ninguno de nosotros la ha hecho- nunca lo habia oido tan serio- No salgas de la casa, cierra todas las puertas y ventanas, estamos alli en menos de una hora.

-Va...vale, adios.

-Adios.

Colgue aun algo confusa. Me pare a pensar en lo que habia dicho, la noche anterior habia cerrado todas las ventanas y puertas, ¿no? Me quede pensando y me quede blanca, la puerta de la cocina que daba hacia el jardin interior estaba abierta, pero claro, nadie se colaria por ella ¿no? Fui a la cocina algo temblorosa, la ventana estaba abierta, pero no habia ni rastro de que alguien hubiera entrado.

Suspire aliviada y me dispuse a cerrarla cuando una mano grande y fria me tapo la boca con fuerza hacia atras, topandome con algo duro. Mire hacia arriba y ahi estaba el mirandome con esos ojos negros como el infinito mientras me acercaba al cuello su cuchillo aun tapandome la boca, obligandome a pegarme mas contra el.

-¿No te dije ya? Go to sleep.

Viro mi cara hacia arriba, examinandome. Movio un poco su mano, dejando libre mi mejilla, en la que coloco su cuchillo.

-¿Quieres ser tan bella como yo?- Su voz sonaba ronca mientras me preguntaba a la vez que paseaba el filo del cuchillo por mi mejilla, sin llegar a cortar.

Negue con la cabeza, con los ojos anegados de lagrimas que retuve, negandome a soltarlas.

-¿Seguro?- Pregunto acercando su cara mas a la mia, apretando mas fuerte el filo causandome un pequeño arañazo.

En respuesta le mordi la mano a la vez que empujaba hacia atras, apartandolo de mi, liberandome de su agarre. Sali corriendo hacia la puerta principal.

Me di la vuelta junto antes de salir, dandome tiempo a verlo en la puerta de la cocina, con la mordida sangrando.

-Volvere- Le oi decir mientras que yo salia a la calle.

Corri hacia la casa de Eric, aun con el pijama. Estos al verme llegar salieron a recibirme. Mi hermano al ver como iba y mi herida en la mejilla corrio hacia mi y me abrazo con fuerza. Le respondi al abrazo y comence a llorar sobre su pecho silenciosamente.

No se cuanto tiempo estuvimos alli abrazados, solo se que cuando termine de llorar me separe de el y entre a la casa cogida de su mano, como cuando era pequeña.

Al entrar les conte todo lo ocurrido, mientras hablaba mi hermano me tapo con una manta y me trajo una taza de chocolate caliente, que le agradeci desde lo mas profundo del alma. Estaba delicioso.

-Esta noche tu hermano y tu os quedais a mi casa a dormir- Nos dijo Eric.

Aceptamos la propuesta sin dudarlo ni un solo segundo. No tenia ganas de volver alli.

Obsesion asesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora