10. No me mientas

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-Joder, joder, joder...- Jessica llevaba asi desde que habiamos vuelto a la cabaña tras buscar a Marie por el bosque. Yo la miraba dar vueltas por la habitacion sentada tranquilamente en el suelo.

-Jess Marie estara bien, deja de preocuparte- Intente calmarla en vano.

-¡¿Como crees que me voy a creer eso?! ¡Tu misma viste lo que decia la wija! ¡La va a violar y despues a matar!

-¡Jess relajate, gritando y dando vueltas por la habitacion no vas a conseguir nada!

-¡¿Entonces que hago Alice?! ¡¿Que hago?!- Rompio a llorar desconsoladamente- ¿Que hago?

Me acerco a ella y la abrazo con fuerza envoviendo con mis brazos su debil cuerpo temblosoy frio.

-Tranquila Jess- Le acaricio el pelo revuelto con delicadeza- volvera pronto sana y salva, te lo prometo.

-¿De verdad?- Pregunta entre sollozos, secandose las lagrimas con el dorso de la mano.

-De verdad- Afirmo- Ahora vamos a dormir.

La lleve hasta la habitacion y la ayude a tumbarse. La arrope y le cante hasta que cayo rendida ante el sueño. Una vez se durmio me levante y baje hasta el trastero.

Miro las paredes de este, hachas y palas se encontraban colgando en las paredes, hay un armario a medio abrir en uno de los lados con varias cajas de herramientas de todo tipo. En el centro una mesa con todo tipo de armas, varios cuchillos, alguna hacha mas, un machete...

Me acerco a la mesa y tomo uno de los cuchillos, por extraño que parezca me suena de algo, pero no se de que.

Una vez en mis manos salgo del trastero, notaba algo raro en esa casa, como si hubiera alguien mas mirandome. Y como dice mi hermano, mejor prevenir que curar.

Subo al piso de arriba y empiezo a inspeccionar las habitaciones. Hasta que no compruebe que estamos solas yo no me duermo ni loca. Paso de vez en cuando a la habitacion, para comprobar que Jess sigue ahi.

-Vale, solo queda la ultima- Me digo a mi misma en voz alta.

Miro la puerta de la habitacion, no se por que pero algo en mi interior me dice que no deberia entrar ahi, que algo me espera tras la puerta, y que ese algo no es nada bueno.

Pongo mi mano sobre el pomo y lo giro con lentitud, apretando el cuchillo en mi otra mano. Abro la puerta y me adentro al interior.

Nadie.

Suspiro de alivio, la habitacion es igual a las demas, una cama y un par de muebles de madera.

-No deberias estar aqui.

Intento darme la vuelta pero un fuerte brazo me agarra mientras una fria mano tapa mi boca, impidiendome gritar.

-¿Por que no vinistes?- Susurra en mi oido con una voz grave y varonil que hizo que se me pusieran los pelos de punta mientras mi corazon se acelera. No se porque pero esa voz me pone nerviosa, muy nerviosa.

-N...no se de que me hablas- Susurro tomando aire.

-No me mientas- Me agarra mas fuerte.

Tomo fuerzas y le empujo hacia atras con mi cuerpo, alejandolo de mi. Aprieto el cuchillo y me lanzo por el con el arma en alto, dispuesta a acuchillarlo, pero consigue atraparme la mano a tiempo.

-¿En serio crees que puedes matarme con mi propio cuchillo?- Rio tirandome al suelo situandose sobre mi.

"¡¿Que cojones?! !Esto lo he vivido yo!"

Le pateo con fuerza y cambio las posiciones, inmovilizandolo, aun no se muy bien como. El caso es que lo inmovilice contra el suelo.

-Mira chaval, no se quien coño eres pero como no te larges de aqui pronto te corto las pelotas- Dije con una voz tenebrosa y extraña.

-¿Y como lo haras cariño?- Volvio a reir.

-Asi- Agrego bajandolo a su entrepierna rasgando el pantalon, sin bajar la mirada, prefiero no mirar a decir verdad.

-No sabes donde te estas metiendo pequeña- Frunce el entrecejo mirandome con rabia.

Resoplo, sin ganas de hablar.

-¿Te vas a ir o que?- Pregunto furiosa apretando mas el arma contra sus partes bajas, ahora tapadas unicamente por unos simples calzoncillos negros.

-¿Ahora que esto se pone interesante? Oh no pequeña.

Temble.

Obsesion asesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora