Autopista Zombi a Chernobyl

Que hermosa playa

íbamos tras ellos a toda velocidad, no podíamos parar ni un segundo, si no... perderíamos su rastro. Bobby estaba alterado con todo lo que estaba pasando, como no lo iba a estar, no sabíamos que iba a pasar con Amy, según la cultura popular de los zombies las cosas no iban a terminar bien, pero cuando veíamos películas y programas de televisión era sólo ficción, en ese momento estábamos en la vida real.

Todos estábamos muy pendientes de Amy, pero no sabíamos qué más hacer, en el ejército no nos entrenaron para esto, hicimos todo a nuestro alcance, le dieron primeros auxilios, pero tenía muy mala pinta, la herida se veía un poco descolorida, de un color marrón pálido y extrañamente la herida coaguló muy rápido para el tamaño que tenía, Amy se quejaba bastante por el dolor y no era para menos, me imagino...

Se empezaban a ver más casas por donde pasábamos, eso quería decir que nos acercábamos a otra urbe, una ciudad o pueblo cercano a Girona; solo esperaba no alejarnos mucho de la ruta.

20 minutos después de conducirnos por una zona un poco montañosa y árida, pasamos la cúspide de una montaña y en el horizonte se mostraba ante nosotros el Mar Mediterráneo, en la costa se hallaba una ciudadela y junto al mar un imponente castillo auténtico, ese paisaje hizo que me olvidara de todo por un instante, que solo me concentrara en el cielo azul, las olas en la playa y la ciudad que la adornaba; aunque fuera solo por un instante; pero debíamos centrarnos, lo importante era que les estábamos pisando los talones.

Pasaron otros 10 minutos o más y parecía que habíamos llegado. "Tossa de Mar" se llamaba aquel lugar tan agradable; no había tiempo que perder así que no pudimos conocer el lugar a fondo.

Por fin habíamos llegado al final del rastro, la camioneta estaba enfrente de nosotros, tenía todas las puertas abiertas, nos bajamos a ver qué pasaba, siempre apuntando con el arma; nos acercamos cuidadosamente, ¡pero estaba vacía! Otra vez sin ruta, por un momento pensé que los habíamos perdido, pero analizando bien pude ver que había un camino de sangre, yo había herido a uno antes de que huyeran, ahora debíamos seguir el rastro de sangre.

- ¿Amy te sientes bien? deberías quedarte con alguien en el auto-. le sugerí

- No, tranquilo, aún puedo seguirles el paso-. dijo muy tranquila, pero yo la veía pálida, cada vez me preocupaba más, pero ella insistió.

Tuvimos que dejar los vehículos atrás, ya que el rastro seguía por un camino peatonal.

Llegamos hasta la playa y en ella el magnífico castillo que vi desde lejos, no podía creerlo pero el camino nos llevó hasta el castillo, subimos por una rampla larga que llegaba hasta lo que parecía la entrada, algunos pasadizos eran estrechos, lo cual era una gran desventaja, Algunas puertas estaban de par en par, todo indicaba que estaban dentro del castillo; pasamos la entrada principal sin problemas, llegamos a un salón grande, en medio había un hombre tendido sobre el suelo y varios cadáveres tirados por los alrededores, por el hedor supe que eran errantes, los revisamos a todos antes de avanzar, el cuerpo de en medio era al que le disparé, lo habían abandonado a que muriera, aunque seguía con vida.

- ¿Me escuchas? ¿Dónde fueron? te dejaron aquí para que murieras, ¡no los ocultes! -. el pobre ya no podía ni hablar, iba a rematarlo, pero... pensé... algo pasó por mi cabeza: "dejémoslo en paz". me puse en sus zapatos, si fuera mi último momento quisiera tener un tiempo para hacer las paces conmigo mismo, a darle un último vistazo al sol, decirle adiós a la brisa en mi piel, a la luz del día y rogaría a Dios por mi alma, no quisiera que una bala me atraviese y borre todo, que simplemente la luz se apague así sin más, pensar eso es lo único que me removía el corazón, a mi opinión valdría la pena a pesar del dolor.

seguimos avanzando por el castillo, pero no sabíamos que ruta tomar, sobre todo en un lugar tan complejo, en uno de tantos pasillos empecé a escuchar voces - silencio -. murmuré. Todos pararon he hicieron silencio, me fijé bien y efectivamente eran ellos, debíamos seguir por aquel pasillo, pero era muy arriesgado, no había ninguna cobertura y era bastante largo, la única ventaja era que había una curva del pasillo que si sabemos aprovechar podía servir de cobertura.